El infierno: Sufrimiento que no termina - Mateo 25:46

I. Sufrimiento que  no termina.

      A. ¿Qué sabemos de sufrimiento que no termina? Hablamos de “dolor interminable”,  “sufrimiento insoportable”, pero aquí en la tierra hay muchísimos remedios, hay medicina para todo dolor. Las empresas farmacéuticas ganan millones fabricando estos remedios. La gente más pobre los compra, porque no les gusta sufrir los dolores de cabeza, de estómago, de artritis, de espalda, etc.

      B. Jn 16:21, “La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia”. El dolor de parto puede ser severo y puede durar por horas y aun días pero aun así se considera cosa breve; no es interminable.  ¿Si fuera interminable? ¿A cuántas mujeres les gustaría sufrir para siempre los dolores de parto? ¿El dolor del infierno será menos severo que el dolor de parto?

      C. Hay enfermedades que provocan dolores terribles, que duran por años, pero ¿qué tal si sufrieran así eternamente?

      D. Gén 7:19-23, imagínese el horror de ahogarse en las aguas del diluvio. ¿Será menos terrible el sufrimiento del infierno que el horror de ahogarse? Imagínese, ahogándose eternamente. ¿Por qué,  pues, la gente no teme el infierno?

      E. Gén 19:24, Sodoma quemada con fuego y azufre que cayeron del cielo. Muerte horrible, no podían escapar, pero ¿dolor interminable? ¿Será menos severo el dolor del infierno? Judas 7, “sufriendo el castigo del fuego eterno” (era tipo del fuego eterno).

      F. Ex 1:13,14, la miseria de la esclavitud en Egipto duró por años, muy severa, mucho sufrimiento, pero ¿interminable? El Señor oyó sus gritos, pero Dios no oirá los gritos de los que sufren en el infierno. “Serán excluidos de la presencia de Dios” (2 Tes. 1:7-9).

      G. Job 2:7,8. Perdió su ganado y sus hijos y luego “una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza”. Imagínese si su miseria no hubiera tenido fin.

      H. Pablo, 2 Cor. 11:24-27, “Azotes sin número .. una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar .. en frío y en desnudez”. ¡Imagínese sufriendo aun de esa manera para siempre, sin reposo, sin remedio! Pero el infierno será sufrimiento mucho más severo.

II. El sufrimiento en el infierno será interminable. No tendrá fin. ¡Este pensamiento nos debe asustar!

      A. Si fuera de 100 años, al sufrir por 99 años se podría decir, “nada más me falta un año más”. Si fuera de 1000 años, al sufrir 999 años se podría decir, “me falta un año más”. Si fuera 100,000 o un millón de años, siempre podría calcular que “me faltan tantos años”, pero no será así.  No hay “purgatorio”. El infierno no será un reformatorio, sino “condena perpetua” para siempre.

      B. Además, no habrá “tiempo” en la eternidad. Esta palabra pertenece solamente a esta vida, esta existencia terrenal. Dios es eterno y cuando esta tierra sea destruida ya no habrá más “tiempo”.

      C. Apoc. 14:10, “será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo”. Nada de remedios para el dolor.

III. ¿Cómo se describe el sufrimiento?

      A. Eterno. Desde luego, si es eterno, no tendrá  fin. Es interminable. Muchos escapan de la cárcel o penal, pero nadie escapará del infierno.

      B. Fuego. Mat. 3:12; Mar. 9:43, “fuego que nunca se apagará”; Mat 13:37-50, horno de fuego; Mat. 25:41, “al fuego eterno”;  Apoc.20:14, “lago de fuego”. Varias veces Dios ha empleado fuego para castigar: Gén. 19:24; Ex. 9:23; Núm. 16:35; Lev. 10:2.

      C. Tinieblas. Mat. 22:9-14.

      D. Estarán conscientes. Luc. 16:19-31.

      E. Tribulación, angustia, Rom. 2:8.

      F. Remordimiento, Luc. 16:25, “acuérdate”.

      G. No se apaga, Mat.3:12; 25:412; Judas 7; Mar. 9:43-47.

      H. Destrucción, Mat. 10:28, “destruir alma y cuerpo en el infierno”, pero no aniquilación, sino ruina (2 Ped. 3:6). El cuerpo que será echado al infierno no es este cuerpo físico, sino el cuerpo resucitado que será espiritual (1 Cor. 15:44).

      I. “El lloro y el crujir de dientes”, Mat. 13:42.

      J. Tormento. Luc. 16:24; Apoc. 14:11; 20:10. Compárese las torturas de los cristianos primitivos, y las torturas de los prisioneros de guerra. Pero estar quemados es la tortura más terrible que la mente humana puede imaginar.

      K. Sin misericordia, Luc. 16:24, “envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama”. Dios tiene mucha misericordia para perdonarnos durante este vida, pero en el infierno no habrá misericordia.

      L. Castigo. Mat. 25:46.

      M. Separación de Dios, 2 Tes. 1:9; Apoc. 20:14.

Conclusión.

      A. ¿Quiénes, pues, serán los habitantes del infierno? Apoc. 21:8. Muchos dirán,  “Pero no soy como éstos. No soy tan malo como para ser echado al infierno”, pero Rom. 3:23, todos han pecado y Rom. 6:23, la paga del pecado es la muerte (separación de Dios) si no somos perdonados. Rom. 2:8, “ira y enojo a los que .. no obedecen a la verdad”; véase 2 Tes. 1:7-9.

      B. 2 Cor. 5:10, 11, “Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres”. El infierno es una horrenda realidad, pero lamentablemente mucha gente no cree esta doctrina. Todos temen el fuego. Si alguien grita “fuego” la gente se asusta y corre, pero no temen el fuego del infierno. Es muy difícil entender por qué tanta gente no tiene temor de sufrir eternamente en el infierno. Incluso es asunto para chistes. Aun la fe de nosotros es débil al respecto, pero esto se debe a la falta de predicar, enseñar,  pensar y meditar sobre el tema. Todos los días debemos estar conscientes de esta realidad.

      C. Para ser salvo y no tener que sufrir eternamente en el infierno, es necesario obedecer al evangelio: Oír y creer el evangelio, amar a Dios de todo el corazón, arrepentirse de los pecados, confesar su  fe en Cristo, ser bautizado para perdón de pecados y ser fiel hasta la muerte, adorando y sirviendo a Dios de acuerdo a su enseñanza en la Biblia.

      D. Por último, pregúntese, ¿La muerte trae alivio del dolor? Se dice de alguien que sufrió mucho, “Qué bueno que ya murió, ya escapó de tanto sufrimiento, ya descansa”. Aun se practica la eutanasia (muerte suave) , acortar la vida de un enfermo incurable. Se dice que ayudan a los ancianitos y otros enfermos que sufren mucho a “terminar su sufrimiento”. Pero eso depende. Si  no mueren en Cristo sino en pecados, no es mejor. Es mil veces peor. ¡Piénselo bien!

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