La Parábola de la Semilla de Mostaza y de la Levadura

Mateo 13:31-33; Marcos 4:30-32; Lucas 13:18-21

Introducción:

      A. ¿Vino Jesús para llevar a cabo cambios revolucionarios? Recuérdese que los judíos -- incluyendo a los discípulos de Jesús -- esperaban que con la venida del Mesías vendrían también cambios revolucionarios. Este concepto se observa, por ejemplo, en Mateo 11:12; Juan 6:15. Querían usar a Jesús como "bandera para revolución".

      B. ¿Cómo se establecen y se extienden los reinos del mundo? Por medio de compras o de conquistas. Pero Jesús no tenía dinero (Mateo 8:20). No levantó un ejército y prohibió el uso de la espada en su defensa (Mateo 26:51-53). No buscó alianzas con los gobiernos del mundo. No formó ningún partido político. No levantó ningún movimiento para resistir al gobierno romano; al contrario enseñó que debemos pagar los impuestos al gobierno (Mateo 22:21; Romanos 13:7). No incitó a la gente a protestar contra la esclavitud y otras injusticias sociales.

      C. ¿Cómo, pues, podía crecer su reino? Estas dos parábolas contestan esta pregunta. El crecimiento de su reino sería como el crecimiento de una semilla de mostaza. Su influencia sería como la de levadura escondida en tres medidas de harina.

I. El Crecimiento del Reino se Realiza a través de Enseñar la Palabra.

      A. Cristo dedicó su vida a enseñar en las sinagogas, sobre el monte, a la orilla del mar, en la plaza, en el templo, en las casas y en cualquier otro lugar donde había gente que le escuchara.

      B. Cristo escogió a los doce y los envió a predicar (Mateo 10). Escogió a los setenta y los envió a predicar (Lucas 10). Como los reyes del mundo preparan y envían soldados para las campañas para conquistar nuevo territorio, así Cristo preparó y envió a sus discípulos con "la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios" (Efesios 6:17) para extender su reino.

      C. Todos serán enseñados. Jesús dice, "Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí". No hay otra manera. Dentro del reino de Cristo (bajo el nuevo pacto) ninguno dirá a su hermano, "Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos" (Hebreos 8:11). No hay nadie en el reino de Cristo que no haya conocido al Señor a través del evangelio.

      D. Los apóstoles persuadieron a muchos. Los apóstoles fueron enviados a predicar el evangelio y a persuadir a los que les escucharan. Dice Hechos 19:8, "discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios". Dice Hechos 28:23 que Pablo estaba "persuadiéndoles acerca de Jesús".

      E. Dos sermones potentes. El otro sermón potente, aparte de la predicación del evangelio, que produce el crecimiento del reino es el sermón de la vida fiel de los discípulos de Cristo (Mateo 5:13-16; 1 Timoteo 4:12; 1 Pedro 3:1,2; 5:3, etc).

II. El Reino Creció.

      A. Comenzó como semilla de mostaza. Muchos menospreciaron a Jesús. "¿No es éste el hijo del carpintero?" (Mateo 13:55). Era reconocido como el carpintero de Nazaret. "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" (Juan 1:46). Creían que Jesús era hombre insignificante entre ellos. No esperaban nada de importancia de El. En cuanto a sus seguidores, Jesús les dijo, (Lucas 12:32), "No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino". Seguramente Jesús y sus discípulos eran como el pequeño grano de mostaza, "el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas". El reino no se preparó para los reyes, los príncipes, los ricos y famosos, sino para la "manada pequeña" que sinceramente seguía a Jesús.

      B. "Como ciento veinte". Un pequeño grupo de discípulos se reunieron en el aposento alto en Jerusalén para perseverar en oración, y para esperar el momento en que los apóstoles recibirían el prometido poder del Espíritu Santo (Hechos 1:15).

      C. "Hombres sin letras, y del vulgo", así se describieron los apóstoles (Hechos 4:13). ¿Cómo podían tales hombres servir como los pilares del nuevo reino? La respuesta se halla en 1 Corintios 1:26-29, Dios escogió lo menospreciado del mundo a fin de que nadie se jacte en su presencia.

III. La Levadura en la Harina.

      A. La influencia poderosa del evangelio. Como la levadura trabaja y transforma la masa, así el evangelio del reino tiene gran poder transformador en el mundo. Dice Pablo (Romanos 1:16), "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree". En la misma carta explica cómo nuestras vidas son transformadas (Romanos 12:1,2).

      B. Como sal, luz. Esta parábola nos recuerda de lo que Jesús dice en Mateo 5:13-16. Dice que sus discípulos tienen un efecto (impacto) muy positivo sobre la sociedad humana, como la sal preserva de la corrupción y como la luz alumbra y acaba con las tinieblas. Estas enseñanzas nos hacen ver que los cristianos no deben llevar una vida monástica (como la de los monjes o ermitaños), porque deben estar asociados con los del mundo para influir en sus vidas para la salvación. Jesús hablaba del mal en el mundo, pero dijo que en lugar de ser vencidos por el mal debemos vencer el mal con el bien. La levadura es invisible, pero es muy "contagiosa" y sigue trabajando hasta que todo sea leudado. Jesús no creía que El tenía que estar siempre enseñando a una multitud de gente. Se observa varias veces hablando con una sola persona o con dos o tres. Escogió a los doce para que ellos estuvieran con El (Marcos 3:14), y estar bajo su influencia durante unos tres años y medio. Dice Marcos 6:56, "y todos los que le tocaban quedaban sanos". Este texto se refiere a la sanidad del cuerpo, pero se puede decir lo mismo en cuanto a lo espiritual.

      C. Gran impacto sobre el imperio romano. La verdad de lo que Jesús dice se puede ver claramente en los primeros siglos. El evangelio del reino trajo grandes bendiciones para todo el imperio romano, pero especialmente para el esclavo, el pobre, la mujer, los ancianos y niños y se puede decir que todo segmento de la sociedad humana recibió y sigue recibiendo ricas bendiciones. Es interesante leer lo que se dijo en Tesalónica (Hechos 17:6) acerca de Pablo y sus compañeros, "Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá". Lo que ellos llamaron "trastornar" era y es en realidad la obra de transformar de acuerdo a la voluntad de Dios. Véase también Hechos 19:19, 23-27. Verdaderamente el evangelio de Cristo tuvo un gran impacto sobre el imperio romano.

IV. No Se Puede Apresurar el Crecimiento Verdadero.

      A. Queremos resultados rápidos. A veces pensamos humanamente y queremos resultados inmediatos. Queremos crecimiento rápido. A veces sacudimos el árbol cuando la fruta todavía es verde. Cristo sabía que el proceso de enseñar requiere tiempo. El invitaba a todos, pero no apresuraba a nadie a convertirse en discípulo.

      B. Lo difícil de ser discípulo. En lugar de apresurar a la gente, Jesús siempre explicó lo difícil de ser discípulo. Véanse Mateo 10:34-39; 16:24. El habló de calcular gastos, Lucas 14:25-33. No quería desanimar a nadie, pero quería y quiere que todos le obedezcan "con los ojos abiertos".

      C. Nunca usaba tácticas carnales. Hoy en día las iglesias -- incluyendo algunas iglesias de Cristo -- emplean tácticas políticas y comerciales para ganar más miembros. Usan mucha "carnada" para "pescar" más gente. Ofrecen comida, ropa, atención médica, escuelas, asilos, actividades sociales, construyen "templos" elegantes, ocupan predicadores elocuentes, etc. En el entrenamiento de los miembros para la obra personal se usan los medios efectivos de los agentes vendedores. Si vamos a usar medios carnales, ¿por qué no usamos la pistola? ¿por qué no ganamos gente como los españoles "ganaron" a los indios? Léase 2 Corintios 10:3-5. Recuérdese la profecía citada por Jesús en Mateo 12:19,20, "No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. La caña cascada no quebrará, y el pábilo (la mecha) que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio".

      D. Encantados con lo grande. Muchos -- aun en la iglesia -- están encantados de lo grande: grandes edificios (rascacielos), grandes bancos (con sus millones y billones), grandes aviones y buques, grandes ciudades (con sus cámaras de comercio muy ambiciosas), etc., como si lo más grande fuera lo mejor. Muchos hermanos creen que las iglesias deben tener campañas en el coliseo, y juntar el dinero de miles de iglesias para algún proyecto "mundial". Pero Jesucristo habla del "más pequeño en el reino", de "un vaso de agua fría", de las "dos blancas" que la viuda dio, de "un talento", de "una oveja perdida". Dio mucha atención a un hombre que, aparte de ser un odiado cobrador de impuestos romanos, "era pequeño de estatura". Jesús no enseña que lo más grande es lo mejor. Nunca se sintió orgulloso de los grandes números que le seguían; al contrario, al ver la multitud comenzaba a enfatizar lo espiritual en lugar de lo material, y les habló de la necesidad de calcular gastos para ser su discípulo.

Conclusión:

      A. Principio pequeño. Es muy cierto que el principio de la obra de Cristo fue pequeña. Pero Hechos 2:41 habla de la conversión de tres mil personas; Hechos 4:4 dice que "el número de los varones era como cinco mil"; y luego Hechos 6:7 dice, "Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente".

      B. Hechos describe el crecimiento. Hechos 1:8, Jesús dice que sus apóstoles serían testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Es muy interesante seguir la historia del crecimiento del reino como Lucas la registra a través de este libro.

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