Mateo 5:6 Los que tienen hambre y sed de justicia


Introducción.

          A. ¿Por qué dice Jesús que la puerta es estrecha y que el camino es angosto (Mat. 7:13,14)? (1) Porque hay pocos que son pobres en espíritu (dispuestos a admitir faltas y buscar perdón), (2) porque hay pocos que lloran por sus pecados y por los de otros, (3) porque hay pocos mansos, y (4) porque hay pocos que tienen hambre y sed de justicia.

          B. Esta bienaventuranza concuerda perfectamente con las que la preceden y con las que la siguen. Jesús describe una sola persona, un discípulo verdadero de El. Describe cierta clase de gente, el pueblo de Dios.

          C. El cuerpo necesita alimentación, y el alma también necesita alimentarse.

I. ¿Qué Significa Tener Hambre Y Sed De Justicia?

          A. Pregúntese primero, ¿qué significa tener hambre y sed? Son dos de los apetitos más fuertes.

                   1. ¿Cuántos de nosotros hemos tenido verdadera hambre y sed? ¿Cuántos han estado en peligro de morir si no en­contraran muy pronto la comida y agua? ¿Habrá entre los oyentes o lectores alguna persona que lo haya experimentado?

                   2. Desde luego, hay muchas per­sonas en la actualidad que sufren ver­dadera hambre y sed. No quieren un vaso de agua sino toda la jarra; no quieren dos o tres tortillas, sino todo el paquete. Mu­chos están muriendo de hambre.

          B. Figurativamente tener hambre y sed significa tener deseo ferviente, desear inten­samente, anhelar, añorar, o apetecer.

          C. Tener hambre y sed de justicia sig­nifica desear intensamente hacer toda la voluntad de Dios. Debemos tener hambre y sed de obtener el perdón de Dios, de ser transformados en la imagen de Cristo, de ser edificados en la fe santísima, de poder ganar muchas almas por Cristo.

          D. Mat. 3:15, aunque Jesús no tenía pecado, quería ser bautizado: "Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia". Conviene obe­decer los mandamientos de Dios. Véase Sal. 119:172.

          E. Mat. 6:24-34, "No os afanéis por vuestra vida ... Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". Debemos "buscar" intensamente las cosas del reino de Dios.

          F. Debemos desear saber y hacer la voluntad (palabra) de Dios: más que el oro, Sal. 119:72, 127, "Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que el oro muy puro"; más que la miel, Sal. 119:103, "¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca"; más que la comida, Job 23:12, "Guardé las palabras de su boca más que mi comida (porción señalada)".

          G. Mat. 13:44-46, al descubrir el evan­gelio, debemos "vender todo" para "comprarlo" (poseerlo). "Compra la ver­dad, y no la vendas", Prov. 23:23.

          H. Estudiemos los Salmos para enten­der mejor lo que significa anhelar: Sal. 42:1,2 "Como el ciervo brama por las corrien­tes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía"; Sal. 63:1, "De madru­gada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida"; Sal. 84:2, "Anhela mi alma y aun ardien­temente desea los atrios de Jehová". Léase todo el Salmo 84; Sal. 119:20, "Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo". El Salmo 119, el capítulo más largo en la Biblia, alaba la Palabra de Dios.

          I. 1 Ped. 2:1,2, "Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación".

II. ¿De qué cosas tenía hambre y sed la mayoría de los judíos?

          A. Cosas materiales. Luc. 8:14, "las riquezas y los placeres de la vida". 1 Tim. 6:9, "los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias ne­cias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición". Ecles. 2:3-11, "Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría ... engrandecí mis obras ... me hice huertos y jardines ... me amontoné también plata y oro ... me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, etc."

          B. Poder político. Juan 6:15, "iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey", porque tenían "hambre y sed" de ser libe­rados de los romanos.

          C. Panes y peces. Juan 6:26, "me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os sacias­teis".

          D. La mayoría de la gente hoy en día tiene hambre y sed de las mismas cosas: toda clase de cosas materiales, placeres, y poder (político, comercial, y religioso, etcétera).

III. Algunos ejemplos de aquellos que tuvieron hambre y sed de justicia.

          A. Mat. 15:27, "Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos". Jesús alaba la fe "grande" de esta mujer cananea.

          B. Luc. 7:38, "estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágri­mas sus pies".

          C. Los casos de conversión en Hechos de los Apóstoles:


                    1. El día de Pentecostés tres mil per­sonas obedecieron al evangelio el mismo día en que oyeron, Hech. 2:37-41. Tenían hambre y sed de justicia.

                   2. Los samaritanos obedecieron "cuando creyeron", Hech. 8:12.

                   3. Cuando el eunuco oyó el evange­lio, dijo, "Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?" e inmediatamente obedeció, Hech. 8:35-39. Este hombre es un ejemplo muy bueno de tener hambre y sed de justicia. "Había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías".

                   4. El carcelero y su casa fueron bau­tizados a media noche, y "se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios", Hech. 16:25,33,34.

                   5. Estos y otros demostraron mucha hambre y sed de justicia, oyendo el evangelio, arrepintiéndose de sus pecados, confesando a Cristo, y siendo bautizados sin demorar.

          D. El apóstol Pablo siempre demostró que tenía mucha hambre y sed de justicia. Léase Fil. 3:7,8. Lo demostró a través de su vida entera y sus escritos.

IV. "Porque ellos serán saciados", Mat. 7:7-11; Sal. 53:5,6.

          A. Sinónimos de la palabra "saciar" son llenar, hartar, hastiar, cumplir.

          B. De esto habla Jesús en Juan 4:13,14. Dijo que "Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed; mas el que be­biere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás". Véanse Juan 7:37,38; Apoc. 22:17.

          C. Jn. 6:27, "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece".

          D. Fil. 4:6,7, No estar afanosos, hacer peticiones a Dios, con acción de gracias, "y la paz de Dios ... guardará vuestros cora­zones".

          E. Fil. 4:11-13, "he aprendido a con­tentarme, cualquiera que sea mi situación ... Todo lo puedo en Cristo que me forta­lece".

Conclusión:

          A. Luc. 6:21, "Bienaventurados los que ahora tenéis hambre". Aquí se agrega la palabra ahora. En el ver. 25 se agrega otra vez: "¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! Porque tendréis hambre".

          B. Pero si nuestra justicia es como la de los escribas y fariseos, no seremos "saciados".

          C. Si tenemos hambre y sed de justicia, buscaremos primeramente el reino de Dios y su justicia, Mat. 6:33.

Preguntas sobre Mat. 5:6 Hambre y sed de justicia

          1. Decimos frecuentemente "Tengo hambre" o "Tengo sed", pero ¿hemos tenido verdadera hambre o sed? Si al­guien contesta que sí, describa la ocasión lo mejor que pueda para que sirva de ilus­tración para esta enseñanza.

          2. ¿Qué palabras son las mejores para describir a los que tienen hambre y sed de justicia?

          3. Compárense las expresiones "tener hambre y sed de justicia" y "buscad primeramente el reino de Dios y su justi­cia" (Mat. 6:33).

          4. El salmista dijo que deseaba la pa­labra de Dios mas que el _____ (Sal. 119:127), y más que la ______ (Sal. 119:103). Job 23:12 dice "Guardé las palabras de su boca más que mi __________".

          5. ¿Qué hicieron los que encontraron el tesoro y la perla de gran precio? Mat. 13:44-46. ¿Qué lección aprendemos de este texto?

          6. Léanse los siguientes Salmos como ilustración de lo que significa anhelar la justicia: Sal. 42:1,2; 63:1; 84:2; 119:20.

          7. Según la parábola del sembrador (Luc. 8:14), ¿qué cosas anhela mucha gente en lugar de la palabra de Dios?

          8. Cuando el pueblo  quería obligar a Jesús a ser su rey, ¿qué clase de rey quería? Véase Jn. 6:15. ¿Tenían hambre y sed de justicia?

          9. ¿Cómo demostraron los tres mil judíos que tenían hambre y sed de justicia el día de Pentecostés? Véase Hech. 2:37-41.

          10. ¿Cómo demostraron el eunuco y el carcelero que tenían hambre y sed de justicia? Véanse Hech. 8:35-39; 16:30-34.

          11. ¿Cuál es la diferencia entre el agua literal y el agua espiritual según Jn. 4:13,14?

          12. ¿Por qué clase de comida debemos trabajar? Véase Jn. 6:27.

          13. ¿Qué palabra importante se agrega en Luc. 6:21,25 que no aparece en Mat. 5:6?

          14. ¿Estarán saciados los discípulos de Cristo si su justicia es como la de los es­cribas y fariseos? Mat. 5:20; Luc. 16:15; 18:9.


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