Mateo 5:14-16, La luz del mundo


Introducción.

          A. El Sermón del Monte es sumamente práctico. Jesús habla de cosas comunes, como la sal y la luz. Todo el mundo com­prende perfectamente lo útil de estas cosas. Jesús dice que sus discípulos son la luz del mundo. ¡Otra afirmación admirable y maravillosa!

          B. Jesús habla de la realidad. El no dice esto para producir un espíritu de soberbia en sus discípulos, sino que este atributo se debe a su utilidad en el mundo, para ex­peler las tinieblas (la ignorancia y los pecados), y para alumbrar el camino.

I. El mundo de tinieblas urgen­temente necesita de esta luz.

          A. Prov. 4:19, "El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan". ¡Es muy cierto este proverbio! Los del mundo tropiezan y caen y ni siquiera saben en qué tropiezan.

          B. Juan 12:35, "el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va".

          C. En el Nuevo Testamento hay varias listas de los pecados más horribles del hombre (véanse Rom. 1:18-32; 1 Cor. 6:9,10; Gál. 5:19-21; Col. 3:5-8; etc.).

                   1. Rom. 13:12, tales pecados se lla­man "las obras de las tinieblas".

                   2. Efes. 5:11, "Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas".

II. Jesucristo es la única verdadera luz del mundo.

          A. Mat. 4:16, cuando Cristo vino, "el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte luz les resplandeció".

          B. Luc. 1:78,79, el profeta Zacarías, padre de Juan el bautista, dijo al niño "que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte".

          C. Jn. 1:5, "La luz en las tinieblas res­plandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella".

          D. Juan 8:12, "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Véanse también Juan 9:5; 12:35,46.

          E. Jesús es la luz del mundo porque, como el Verbo de Dios, El reveló tanto en su vida, muerte, resurrección y ascensión, como en sus enseñanzas, la voluntad de Dios con respecto a los pecados de la hu­manidad, y cómo podemos recibir el perdón de pecados y tener comunión con Dios.

III. También los discípulos de Cristo son la luz del mundo.

          A. Jn. 12:36, "Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz". Véase la expresión "hijos de luz" en 1 Tes. 5:5. La palabra "hijos" significa "caracterizados por" (son de esa natu­raleza).

          B. Efes. 5:8, "en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz".

                   1. Col. 1:13, "nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre".

                   2. 1 Tes. 5:4, "No estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda".

                   3. 1 Ped. 2:9, "os llamó de las tinieblas a su luz admirable".

IV. Somos la luz del mundo si predicamos el evangelio puro.

          A. La luz del evangelio. 2 Cor. 4:4 habla de "la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios".

          B. Cristo ilumina al mundo a través del evangelio. Al llegar esta luz, las tinieblas desaparecen.

          C. 2 Cor. 4:6, "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros cora­zones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesu­cristo".

          D. Hech. 26:18, la obra de Pablo: "para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios".

V. Somos la luz del mundo si lleva­mos vidas fieles.

          A. Fil. 2:15, "para que seáis irreprensi­bles y sencillos, hijos de Dios sin mancha ... resplandecéis como luminares en el mundo".

          B. La necesidad de buenos ejemplos:

                   1. 1 Tim. 4:12, "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra conducta, amor, es­píritu, fe y pureza".

                   2. 1 Ped. 3:1-4, es posible que mari­dos incrédulos "sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, con­siderando vuestra conducta casta y respetuosa". Para hacerlo ellas deben tener "un espíritu afable y apacible".

                   3. 1 Ped. 5:3, los ancianos no deben tener "señorío" sobre la iglesia, "sino siendo ejemplos de la grey".

          C. Hay mucha "luz" en el buen ejemplo. La mayoría de la gente no lee la Biblia. La vida de los cristianos es la única "Biblia" que leen.

                   1. Aprenden mucho del evangelio "escrito" en las vidas de los cristianos.

                   2. 2 Cor. 3:2, "Nuestras cartas sois vosotros, conocidas y leídas por todos los hombres", como documentos clavados a la pared en edificios públicos.

          D. No debe haber comunión con las tinieblas. Es necesario enfatizar que somos la luz del mundo solamente si somos pura luz, sin nada de tinieblas.

                   1. 1 Jn. 1:5, 6 "Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos".

                   2. 2 Cor. 6:14, "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la in­justicia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" En este texto Pablo condena toda forma de comunión con la idolatría. Véanse 1 Cor. 8:10; 10:20,21. 2 Cor. 6:14 es paralelo con Ef. 5:11.

                             a. 2 Cor. 6:17, Por eso, "Salid de en medio de ellos, y apartaos".

                             b. ¿Por qué? Porque si tenemos comunión con las tinieblas, llegamos a ser tinieblas otra vez. Ya dejamos de ser luz.

                   3. 2 Cor. 6:14-18 nos enseña a no tener comunión con el error religioso.

          E. Recuérdense las bienaventuranzas, porque están en el contexto de Mat. 5:14-16. Para ser la luz del mundo, debemos poseer las cualidades de carácter mencionadas en las bienaventuranzas. Muchos hermanos no son luz porque no son "pobres en espíritu" (no quieren re­conocer sus faltas ni pedir perdón), no tienen hambre y sed de justicia, no son pacificadores, etc.

VI. "Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder".

          A. Son bien conocidos. Los discípulos fieles que predican el evangelio puro se conocen; tienen su influencia sobre mucha gente (Hech. 17:6). La gente se fija en la buena conducta, actitud, y buena voluntad del cristiano. Es algo obvio y sobre­saliente. El cristiano es diferente. No se conforma a las actitudes mundanas (Rom. 12:1,2), sino que es transformado a la se­mejanza de Cristo.

          B. Los cristianos son conocidos por fa­miliares, vecinos, compañeros de trabajo o de escuela, clientes y patrones, mayordo­mos y empresarios, etcétera.

          C. "Debajo de un almud". El almud es útil; tiene su uso práctico, pero no fue di­señado para esconder lámparas.

                   1.  Los habitantes de monasterios y conventos quieren poner su luz debajo de un almud. Creen que deben aislarse del mundo y dedicarse a la meditación. Esto es precisamente lo que Jesús rechaza.

                   2. Nada de discipulado secreto, Jn. 19:38. Si no confesamos a Cristo abierta­mente, si nos avergonzamos de El, somos tinieblas, y nada de luz. Véanse Mat. 10:32, 33 (esta confesión no se limita a una confesión hecha antes de bautizarse en la presencia de cristianos, (véanse Mat. 10:17, 28, 32, 33; Mar. 8:38; Luc. 14:25-35).

                   3. No solamente en el local. También los miembros que limitan sus actividades evangelísticas al sitio de reunión ponen su luz debajo de un almud. Muy pocas per­sonas irán al local para oír el evangelio, sino que es necesario llevarlo a ellos, Mat. 28:19; Mar. 16:15; Hech. 8:4.

                   4. Asociarse con los mundanos. Los que no quieren asociarse con los del mundo, sino solamente con los hermanos, ponen su luz debajo de un almud. Recuérdense Luc. 5:30-32; 15:1, 2, etcétera.

          D. "sino sobre el candelero". Los cris­tianos deben estar conscientes de la necesidad de tener una influencia positiva sobre otros. La luz tiene que exponerse por medio de la enseñanza del evangelio y el buen ejemplo para iluminar el camino de otros. No debe esconderse nuestra luz.


VII. "Alumbre vuestra luz delante de los hombres ... glorifiquen al Padre".

          A. La Biblia condena toda forma de soberbia. La enseñanza de este verso (Mat. 5:16) no debe producir soberbia en nadie. Jesús no quiere que se haga una exhibición de nuestra justicia para que los hombres nos alaben a nosotros mismos (Mat. 6:1-18).

          B. El propósito de alumbrar nuestra luz: "para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos".

                   1. Mat. 9:8, cuando Jesús sanó al paralítico, "la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios".

                   2. Mat. 15:31, "la multitud se mara­villaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Is­rael". Véase también Luc. 7:16.

                   3. La misma cosa sucedió cuando los apóstoles hicieron milagros. Véase Hech. 4:21; 21:20.

          C. Las buenas obras. ¡Hagamos buenas obras para que Dios sea glorificado!

Preguntas sobre Mat. 5:14-16, La luz del mundo

          1. ¿Qué tienen que ver las bienaventu­ranzas con este texto?

          2. ¿Qué significan las palabras "luz" y "tinieblas" en su sentido figurativo?

          3. ¿Dónde se hallan en el Nuevo Tes­tamento listas largas de los pecados?

          4. ¿En qué sentido es Jesús la luz del mundo?

          5. ¿En qué sentido son los discípulos de Jesús la luz del mundo?

          6. Explíquese cómo el buen ejemplo sirve como la luz del mundo.

          7. ¿Cómo podía Timoteo evitar que la gente tuviera en poco su juventud?

          8. ¿Cómo puede ganar a su marido la hermana casada con un incrédulo?

          9. Los ancianos no tienen señorío, sino son _______________ de la grey.

          10. ¿Qué pasa con la luz de los miem­bros de la iglesia que tienen comunión con el error?

          11. 2 Cor. 4:4 habla de "la _____ del evangelio".

          12. Pablo había de predicar el evange­lio para abrir ojos y "para que se conviertan de ____ ___________ a ___ ______" (Hech. 26:18).

          13. ¿Qué significa la frase, "una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder"?

          14. ¿Qué hay de mal en vivir aislada­mente, como en monasterios y conventos?

          15. ¿Qué hay de mal en ser discípulo secreto? Jn. 19:38.

          16. ¿Con qué propósito debemos alumbrar nuestra luz?

          17. ¿Qué hizo la gente cuando Jesús sanó al paralítico? Mat. 9:8.


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