La Vergüenza
Introducción:
La vergüenza tiene su lugar en la vida de un cristiano. La vergüenza es necesaria para llegar a ser un cristiano. Ella precede al arrepentimiento. Sin embargo hay ciertas cosas de que no debemos avergonzarnos.
I. No debemos avergonzarnos:
A. De Dios - El no se avergüenza de nosotros (Heb. 11:16). ¿Por qué pues, nos avergonzamos de él?
B. De Cristo - El no se avergüenza de llamarnos hermanos (Heb. 2:11). ¿Por qué nos avergonzamos de él? Cristo se avergüenza de nosotros solamente cuando nos avergonzamos de él - Marcos 8:38.
C. Del testimonio de Cristo - 2 Tim. 1:8.
D. Del evangelio - Rom. 1:16.
E. Del nombre cristiano - 1 Ped. 4:16 (versión moderna).
F. De las persecuciones - 2 Tim. 1:8, 12, 16; Hech. 5:41.
G. De nuestro estado social o económico - Sant. 2:1-3.
II. Debemos avergonzarnos del pecado
A. Porque la vergüenza trae arrepentimiento - 2 Tes. 3:14. Sin avergonzarnos del pecado no podemos arrepentirnos para ser salvo.
B. ¡Ay de aquel que no puede avergonzarse! - Jer. 8:12; Ef. 4:19.
III. Hay quienes a los cuales debemos avergonzar
A. Al adversario - Tito 2:7, 8.
B. A los que dicen mal de nosotros - 1 Ped. 3:16 (versión moderna).
IV. Para evitar la vergüenza en el día del juicio final tenemos que:
A. Creer en Cristo - Rom. 9:33; 10:11.
B. Estudiar diligentemente - 2 Tim. 2:15.
C. Permanecer en Cristo - 1 Juan 2:28 (versión moderna).
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