Esto te escribo … para que

1 Tim 3:14, 15

Introducción.

            A. Pablo había hablado en persona con Timoteo muchas veces, y esperaba verle otra vez pronto, pero fue necesario escribirle acerca de algunos asuntos de suma importancia.

            B. ¿Qué nos enseña esto sobre la importancia de la palabra escrita de Dios?

I. La Palabra de Dios está escrita.

            A. La ley de Moisés, el Antiguo Testamento.

                        1. Al dar su palabra a Israel por medio de Israel, “habló Dios todas estas palabras” (Ex. 20:1), comenzando con los Diez Mandamientos. Neh. 9:13, “Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos,  14  y les ordenaste el día de reposo santo para ti, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley”.

                        2. Pero la ley de Moisés estaba escrita. Dios no confiaba en que su palabra fuera recordada y repetida fielmente por Moisés, Josué, los jueces, los profetas y otros, sino que registró su palabra en forma escrita. Las Escrituras del Antiguo Testamento están compuestas de tres cosas: Luc. 24:44, “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.  45  Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”.

                        Ex. 24:4, “Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová … 7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo”; 34:27, “Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.  28  Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos”; Exodo 32:15, “Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas.  16  Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas”; Deut. 31:26, Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios”.

                        Jn. 5:46, “Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.  47  Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?”

                        Jer. 36:1, “Aconteció en el cuarto año de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:  2  Toma un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.  3  Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado”.

                        Oseas 8:12, “Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña”.

                        Habacuc 2:2, “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.  3  Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará

                        Mat. 22:29, “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios”; Luc. 16:31, “Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”.

                        Luc. 18:31, “Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre”; Luc. 24:46, “y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47  y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”; Heb. 10:7, “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad,  Como en el rollo del libro está escrito de mí”;

                        Juan 2:22, “Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho”; 5:39, “9  Escudriñad (o, Examináis, LBLA) las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”; 20:8, “Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.  9  Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos”

                        Hech. 8:35, “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús”; 17:11, “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”. 18:28, “porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo”.

            B. El Nuevo Testamento (la ley o voluntad de Cristo) está escrito.

            Lucas 1:1-4, “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,  2  tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra,  3  me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo,  4  para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”. Hech. 1:1, “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,  2  hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido”. Juan 20:30, 31, “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  31  Pero éstas se han escrito …”

            Hech. 15:23, “y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud”.

            Apoc. 1:19, “Escribe las cosas que has visto, y las que han de ser después de estas”; 2, 3, en estos dos capítulos, siete veces el Señor dice, “Escribe” a las siete iglesias de Asia; 14:13, “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.

III. ¿Con qué propósito fueron escritas las Escrituras?

            A. ¿Por qué escribe Pablo estas cartas a Timoteo? 1 Tim. 3:14, “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,  15  para que si tardo, sepas cómo debes conducirte (cómo debe conducirse uno LBLA) en la casa de Dios”.

                        1.En un sentido muy importante las cartas que Pablo escribió tomaron el lugar de la persona de Pablo entre los hermanos. No pudo estar todo el tiempo con Timoteo y los demás evangelistas y hermanos, pero podía estar con todos los hermanos de todo lugar y hasta el fin del mundo en sus escritos. “Esto te escribo … para que si tardo …” poco tiempo o mucho tiempo. El apóstol Pablo nunca ha llegado a nosotros. No sólo ha tardado en venir; él nunca vendrá. Sin embargo, tenemos al apóstol Pablo todos los días en medio de nosotros, pues él está en sus escritos. Si Pablo llegara a San Antonio, Texas, ¿qué tendríamos? Tendríamos el gusto de conocerle en persona, pero ¿cuál sería el verdadero valor de su visita? Su enseñanza, la misma enseñanza que tenemos y que estamos estudiando semana tras semana. Compárese Luc. 16:29, “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos”. Esta es la gran ventaja y bendición de la página impresa. De esta manera, es posible ¡enseñar a muchas personas, en muchos lugares, por mucho tiempo!

                        2. Las dos cartas a Timoteo, la carta a Tito e, incluso, todos los libros del Nuevo Testamento nos dicen cómo debemos comportarnos en la casa de Dios, que es la iglesia. Estas instrucciones para Timoteo también son instrucciones para otros evangelistas, como también para todos los santos en todo lugar, hasta el fin del mundo.

                        3. Col. 4:16, “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros”. ¿Por qué? Para que sepamos cómo debemos conducirnos en la casa de Dios.

                        4. 1 Tes. 5:27, “Os conjuro por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos”. La razón por la cual esta carta, y todas las otras cartas inspiradas, fueron escritas es muy obvia: son instrucciones, exhortaciones, amonestaciones, etc. que el hijo de Dios necesita para obedecer y servir a Dios para ser salvo.

                        5. 2 Tim. 3:16, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,  17  a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

            B. Juan 20:30, “estas (señales) están escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Juan nos dice por qué él escribió este libro.

            C. 1 Jn. 2:1, “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. También explica por qué escribió sus cartas. 1 Jn. 5:13, “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.

IV. Toda cuestión o controversia debe resolverse por medio de la pregunta, “¿Qué dice la Escritura?”

            Mat. 22:29, ““Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios”.

            Mar. 12:10, “¿Ni aun esta escritura habéis leído:  La piedra que desecharon los edificadores  Ha venido a ser cabeza del ángulo”.

            Luc. 10:26, “El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”

            Hech. 17:1-3, “llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.  2  Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo {Aquí equivale a [sábado]} discutió con ellos,  3  declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo”.         

            Rom. 4:3, “Porque ¿qué dice la Escritura?”

            Rom. 11:2, “¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura .. ?”

            Gál. 4:30, “Mas ¿qué dice la Escritura?”

            Por lo tanto, Pablo dice, 2 Tim. 1:13, “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.  14  Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”. Esto significa que las Escrituras son el patrón que debemos seguir.

V. ¿Cómo sabemos que tenemos toda la palabra de Dios?

            A. Las Escrituras del Antiguo Testamento que los judíos estudiaban en el primer siglo son las mismas que tenemos ahora. Jesús y los apóstoles estudiaban y citaban estas mismas Escrituras.

            B. Además, los judíos del primer siglo rechazaron los libros apócrifos (libros que se incluyen en versiones de la Biblia aprobadas por la Iglesia Católica Romana).

            C. En cuanto a los 27 libros del Nuevo Testamento, los apóstoles y otros discípulos del primer siglo tenían los dones del Espíritu Santo para escoger los escritos que se deberían incluir en las Escrituras del Nuevo Testamento.

                        1. Este proceso estaba bajo la dirección del Espíritu Santo: Juan 14:26, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”; 16:13, “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad”.

                        2. 1 Jn. 2:20, “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”;                                  3. 1 Jn. 2:27, “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él”.

            D. Dicen algunos, “Pero nosotros sólo tenemos versiones del idioma original”.

                        1. Jesús y los apóstoles citaban textos de una versión, la Septuaginta, la traducción griega de las Escrituras hebreas.

                        2. Además, existen actualmente muchos textos griegos muy antiguos de los libros del Nuevo Testamento. Hombres eruditos han traducido estos textos griegos a muchos idiomas de muchas naciones y aun a los dialectos de muchas tribus.

                        3. Tenemos versiones muy confiables. Las que no son confiables son las versiones que son completamente sectarias, tales como la Traducción del Nuevo Mundo del los testigos del Atalaya.

                        4. También es necesario que algunos profesan que sus escritos sectarios son inspirados; por ejemplo, el Libro de Mormón, etc.

            E. La Iglesia Católica Romana afirma que la Biblia es un libro católico. Dicen que la Iglesia Católica nos ha dado la Biblia.

                        1. Si es así, ¿por qué a través de los siglos no han querido que la gente lea la Biblia?

                        2. Si es así, ¿por qué no se atreven a publicar la Biblia sin las notas de ellas que “explican” muchos textos?

                        3. Si es así, ¿por qué es tan ignorante de la Biblia la gente católica?

                        4. Si es así, ¿por qué no se puede leer en la Biblia acerca del gobierno, culto, doctrina y prácticas de la Iglesia Católica Romana? (P. ej., el papa, cardenales, arzobispos, la misa, el rosario, y docenas de otras cosas).

            F. Otros dicen que la Biblia no está completa, porque leemos de “libros perdidos”.

                        1. 1 Cor. 5:9, en la primera carta a los corintios Pablo dice, “Os he escrito por carta …” Entonces, ¿no está perdida la primera carta que les escribió?

                        2. Col. 4:16, “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros”. ¿No está perdida la carta a los laodicenses?

                        3. Para contestar estas preguntas, primero, recordemos lo que Jesús dijo a los apóstoles (Jn. 16:13), “él os guiará a toda la verdad”. Los apóstoles recibieron y predicaron toda la verdad, pero no tenemos escritos todos los sermones que ellos predicaron. Ellos podían predicar la verdad y podían escribir la verdad, y tenemos en los 27 libros del Nuevo Testamento toda la verdad, pero no tenemos en la Biblia todo sermón que predicaron, ni tampoco toda carta que escribieron.

Conclusión.

            A. Dice Pablo, 3:14, “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,  15  para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”.

            B. Si nos conducimos correctamente en la casa de Dios, seremos salvos. ¡Cómo debemos apreciar las Escrituras!

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