Onesíforo me dio refrigerio

2 Tim. 1:16-18

Introducción.

            A. “Los de Asia me han vuelto la espalda … Figelo y Hermógenes”.

            B. 4:16, “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta”. Es difícil imaginar lo muy peligroso que hubiera sido estar al lado de Pablo en esos momentos, porque los que se hicieran compañeros de él bien podrían sufrir la misma consecuencia que él.

            C. Esto nos hace ver lo valioso del compañerismo de Onesíforo.

I. Muchas veces me dio refrigerio.

            A. Así dice La Biblia de las Américas. Esta es la traducción correcta de la palabra “anapsucho, refrigerar, dar comodidad … En los papiros se usa de descansar y relajarse” (WEV).

            B. Luc. 16:24, “Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama”.

            C. Esta palabra nos hace pensar en agua fresca, una brisa fresca u otra cosa que nos dé alivio.

II. El evangelio nos da “refrigerio”.

            A. Hech. 3:19, “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”.

            B. Este texto corresponde a Hech. 2:38, “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. También corresponde a Tito 3:5, “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”.

            C. El evangelio da descanso del pecado, Mat. 11:28, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.  29  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

III. ¿Cómo le dio “refrigerio” Onesíforo a Pablo?

            A. Onesíforo le había ayudado primero en Efeso (v. 18) y siguió haciéndolo aunque tuviera que ir hasta Roma para hacerlo.

            B. Su presencia le dio refrigerio, no solamente una vez, sino “muchas veces”.  Para Pablo, como para todo cristiano, esto es muy importante, mayormente en tiempos difíciles. Al llegar con Pablo, sin duda Onesíforo le llevaba noticias de los hermanos y de la obra en Efeso y otros lugares. También su ayuda bien podría haber incluido el llevarle comida y bebida, literatura (compárese 4:13), etc. Los más grandes hombres de la Biblia (tales como Pablo, David, Elías, Jeremías, Juan el bautista) podían necesitar el aliento a veces (GH).

                        1. Rom. 15:30, “Pero os ruego ... que me ayudéis orando por mí a Dios ... 32 para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros”.

                        2. 1 Cor 16:17, “Me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia. 18 Porque confortaron (han recreado, LBLA) mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas”. Confortaron o refrescaron a Pablo como el agua fresca conforta al sediento. Lamentablemente hay hermanos que no dan refrigerio, sino desaliento. ¿Qué tanto refrigerio dio Demas (4:10)? ¿Qué tanto refrigerio da una iglesia como Laodicea (Apoc. 3:17)?

                        3. 2 Cor. 7:13, “Por esto hemos sido consolados en vuestra consolación; pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros”. Véanse los ver. 5-7.

                        4. Filemón 7, “Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados (o recreados, LBLA, margen) los corazones de los santos ... 20  Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta (recrea, LBLA) mi corazón en el Señor”.

                        5. Hech. 27:3, “Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos”. Sin duda esto dio mucho refrigerio a Pablo. Hech. 28:15, “oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento”.

            C. “Cuando (Onesíforo) estuvo en Roma, me buscó solícitamente (“Y aparentemente lo hizo a riesgo de su propia vida”, ATR), y me halló”. Pablo no explica por qué tuvo que buscarlo solícitamente, pero esto indica que no era nada fácil encontrarlo. Roma era una ciudad muy grande, y había presos recogidos de todas partes del imperio. Este segundo encarcelamiento en Roma fue muy diferente del primero descrito en Hech. 28:30, “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían”.

            C. “No se avergonzó de mis cadenas”. Pablo había ganado muchos “amigos” cuando andaba libre, pero ahora estando en cadenas pierde la “amistad” de muchos hermanos (v. 15), pero Onesíforo no era esa clase de amigo, pues él sólo quería localizar a Pablo para ayudarle en todo lo que podía. Nuestra devoción hacia nuestros hermanos no debe disminuir en los tiempos difíciles y peligrosos.

IV. “Que halle misericordia cerca del Señor”.

            A. “Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo”. Pablo pide bendiciones para la familia de este amado hermano. “Pablo sabe que la partida de Onesíforo, de Efeso a Roma, ha causado preocupación a los que ha dejado atrás, pero que ellos habían consentido prontamente en su viaje. Por eso no solamente Onesíforo, sino también su casa merecía ser mencionada por Pablo. Además, en las circunstancias que eran una ‘prueba’ para todos los miembros de la familia, la misericordia del Señor era necesaria para todos” (GH). Este pensamiento es muy importante para este servidor, pues he dejado a mi familia muchas veces para ir a predicar en otras partes. Siempre he dicho que mi esposa, aunque se quede en casa, está muy involucrada conmigo en la obra. En realidad creo que el sacrificio hecho por las esposas de los predicadores bien puede ser más grande que el sacrificio de ellos.

            B. El clero romano usa este texto para justificar oraciones por los muertos, basándose en el ver. 19, “Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesíforo”. Suponen que ya estaba muerto Onesíforo, y que el v. 18 es un ejemplo de la oración por los muertos, pero el v. 19 sólo indica que Onesíforo estaba fuera de su casa, y en el ver. 18 Pablo pide misericordia para él “en aquel día”.

            C. Serán los bendecidos del cielo los que ministraron a Jesús de esta manera:

                        1. Mat. 25:36, “estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”. El Señor “recompensa la bondad hecha a sus discípulos como hecha a sí mismo” (JFB).

                        2. Heb. 10:34, “Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos”.

                        3. Heb. 13:3, “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo”.

            D. Onesíforo “me halló”; por eso, pido “que halle misericordia” (un juego de palabras interesante). Mat. 5:7, “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”.

            E. 1 Tes. 5:23, “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

            F. “En aquel día”. 1:12, 4:8; 2 Tes. 1:10.

Conclusión.

            A. Aunque Figelo, Hermógenes y “toda Asia” “me han vuelto la espalda” (1:15, LBLA) y que “en mi primera defensa nadie estuvo a mi lado” (4:16), había un amigo fiel y constante. Nadie ni nada le movió de su fidelidad a Pablo. ¡Cuán importante es, mayormente en tiempos difíciles, tener tal amigo! Desde luego, Cristo nunca nos desampara, pero también es muy importante tener un amigo que es confiable.

            B. La lección en todo esto para Timoteo fue obvia: que no debiera imitar a Figelo y Hermógenes, sino a Onesíforo. Como este fiel hermano lo había buscado y encontrado, así también quería que Timoteo llegara con él (4:13, 21).

            C. No hay palabras adecuadas para describir la fe, la esperanza y el amor de este gran soldado de Cristo. Abandonado por sus hermanos, y aparentemente abandonado por el Señor (pues, ¿qué está haciendo el embajador de Cristo en cadenas?), él sólo habla palabras de esperanza y de optimismo.

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