No dados a mucho vino

Introducción:

      Uno de los requisitos para ser diácono es "no dados a mucho vino", 1 Tim. 3:8. ¿Qué quiere decir esto? Algunos hermanos dicen que los diáconos pueden beber con moderación las bebidas intoxicantes.

      Tales hermanos ponen en contraste los v. 8 y 3 (que el obispo no debe ser "dado al vino") y concluyen que el obispo tiene que abstenerse totalmente porque su trabajo es más serio y su responsabilidad es más grande. Pero creen que el trabajo del diácono no es tan serio y, por eso, que el diácono puede tomar, sólo que no se emborrache. Desde luego, si los diáconos pueden tomar, los demás miembros pueden hacer lo mismo.

I. Una comparación de los dos textos.

      A. 1 Tim. 3:3, "No dado al vino". Me (no, en ninguna manera, nunca) paroinon (dado al vino, borracho con vino, adicto al vino).

      B. 1 Tim. 3:8, "No dados a mucho vino". Me (no, en ninguna manera, nunca) oinos (vino) pollo (abundante, mucho) prosechontas (dado a, adicto a).

      C. Conclusión: En los dos textos Pablo se refiere a la borrachera. Compárese Tito 2:3, "no esclavas del vino". No dice Pablo lo que di­cen los hermanos mundanos. La distinción hecha por éstos  -- de que el anciano tiene que abstenerse totalmente pero que el diácono puede tomar con moderación -- nunca entró en la mente de Pablo.

II. ¿Está bien tomar vino con moderación?

      A. Dos significados. (1) La palabra "vino" se refiere al producto de la vid, el jugo fresco. Mat. 9:17 se refiere al vino nuevo es el jugo nuevo que iba a fermentarse. El vino ya fer­mentado no haría ningún daño a los odres. Vemos, pues, que el puro jugo de uva se llama vino. Dice Jer. 40:12, "recogieron vino y abun­dantes frutos". Hageo 1:11, "Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite". ¿Qué era el vino? El producto de la vid. Se llama vino antes de cosecharse. (2) La palabra "vino" tam­bién se refiere a vino fermentado, pero el vino fermentado que se tomaba como comida era diluido con varias partes de agua.

      B. La bebida fuerte. Prov. 20:1 habla de "la bebida fuerte" (BAS). La bebida más fuerte era el producto de la fermentación natural, porque no existió en aquellos tiempos los procesos modernos de destilación. En la fermentación de las uvas y otras frutas de Palestina el con­tenido de alcohol variaba entre el 5% y el 8%, conforme al contenido natural del azúcar en la fruta. Tal bebida se condena como "bebida fuerte". Los vinos y licores destilados que son tan populares hoy en día se desconocían en aquellos tiempos. La bebida más fuerte, la que la Biblia condena, se puede comparar con la cerveza moderna.

      C. Hay gran diferencia entre el tomar vino como alimento (vino mezclado con varias partes de agua) y como intoxicante. La Biblia condena el consumo del vino para sentir los efectos de la intoxicación; es decir, el beber productos alcohólicos para sentirse bien, para estar alegre, para suprimir la conciencia, para ahogar la tristeza, para "celebrar" algo, para gozarse con los amigos, etc. Los que aprueban el tomar con moderación no se refieren al tomar vino como alimento, sino a "la bebida social" como intoxicante, y no hay ninguna de­fensa bíblica de tal práctica.

      D. Algunos justifican la bebida social afir­mando que solamente la borrachera se con­dena, pero esto no es correcto. El apóstol Pe­dro condena la "disipación" (1 Ped. 4:3), potoi, literalmente, una fiesta para beber (así se tra­duce en otras versiones). La palabra viene del verbo potizo que significa "dar de beber". Dice el Sr. R. C. Trench ("Synonyms of the New Tes­tament") acerca de esta palabra, "no necesa­riamente excesivo, sino dando oportunidad para el exceso". Esta palabra bien describe, pues, la bebida social que no es necesaria­mente excesiva pero que da oportunidad para el exceso. El punto es que esta práctica está condenada por el apóstol Pedro. Es verdad que en tales fiestas algunos se emborrachan, pero se condena la práctica si la gente se embo­rracha o no. En el mismo texto y en la misma frase Pedro condena la borrachera; por eso, esta práctica es distinta, es otra cosa aparte de la borrachera; es la práctica que conduce a la borrachera. El comentario del Sr. H. A. W. Meyer dice que esta palabra "se aplica principalmente al beber socialmente en el banquete".

III. ¿Fue intoxicante el vino que Jesús hizo? Juan. 2:1-11.

      A. Dicen algunos hermanos que sí, que era vino intoxicante. Hoy en día la palabra "vino" se usa comúnmente para hablar del vino intoxi­cante y, por lo tanto, al leer la palabra "vino" en Juan 2, se supone que era vino intoxicante (porque así se usa la palabra ahora).

      B. "Buen vino". El vino que Jesús hizo se llama "buen vino" y por esto algunos concluyen que fue alcohólico. Estos demuestran su pre­juicio a favor de lo intoxicante, pero tres au­tores famosos de aquella época (Plinio, Plutarco y Horacio) afirman en sus escritos que los mejores vinos eran los más inocentes, los no adulterados, sin "espíritu". Véase el comentario sobre Juan 2 por el Sr. Albert Barnes. No se niega que la palabra oinos se refiere al vino in­toxicante, pero muchos textos indican clara­mente que la palabra se usa también para el jugo de uva y aun para la uva en el racimo. La palabra se refiere a las dos cosas. Pero en cuanto a Juan 2, considérese no solamente la palabra misma, sino el hecho de que el maestresala dijo, "Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior" (v. 10). Los que pro­mueven la bebida social hablan mucho de be­ber con moderación, pero este texto no indica nada de moderación, sino que Jesús les dio vino cuando ya habían bebido mucho. Si el vino bebido en esa ocasión era intoxicante, y si Jesús convirtió el agua en vino intoxicante, entonces Jesús promovió no el beber con moderación, sino el beber con exceso. ¿Quién se atreve a acusarle de esto?

IV. "No se podía conservar el jugo de uvas en aquellos tiempos".

      Esta es una afirmación que no se puede probar. Al oír esta clase de ar­gumento recordamos que por mucho tiempo algunos afirmaban que Moisés no pudo haber sido el autor de los primeros cinco libros de la Biblia, porque el hombre todavía no sabía es­cribir. (Tal vez creyeron -- según los conceptos de los evolucionistas del "hombre primitivo" -- que los israelitas vivían en cuevas). También los intelectuales de hoy suponen que los judíos no sabían hervir, y que había jugo de uva sola­mente durante el tiempo de la cosecha. Era práctica común preparar miel de la uva y ésta, como cualquier fruta embotada, se conservaba todo el año. Entonces se mezclaba con agua (al gusto) y se bebía con la comida. También el vino fermentado se mezclaba con varias partes de agua y se servía con la comida. Pero la be­bida fuerte era para los borrachos.

V. La cena del Señor.

      A. ¿Vino alcohólico? Algunos afirman que el vino usado en la cena del Señor era alco­hólico. Es otra afirmación sin prueba. En primer lugar, la palabra oinos nunca se usa cuando se trata de la cena del Señor. Mat. 26:29 dice, "fruto de la vid", muchos hermanos hablan del "vino" como si apareciera en cada texto que habla de la cena.

      B. ¿La pascua? También algunos afirman que en la pascua se usaba vino fermentado (intoxicante). Los que han escrito acerca de las costumbres de los judíos dicen que se mezclaba varias (por lo menos, tres o cuatro) partes de agua con el vino que se usaba tanto para la comida como para la pascua.

VI. "Bebedor de vino", Luc. 7:34.

      A. Argumento muy débil. Algunos de los que quieren defender la bebida social afirman que Jesús bebía vino intoxicante porque este texto dice, "Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino". Pero si algún ar­gumento prueba demasiado, no prueba nada. Si este texto prueba que Jesús bebía vino in­toxicante, entonces ¿prueba también que era comilón? Le acusan de las dos cosas. También dijeron (v. 33) que Juan tenía demonio. ¿Era cierto esto también?

      Si se cree que el tomar con moderación era práctica aceptable y común en aquel tiempo, y si Jesús tomaba con moderación con los demás, entonces ¿cuál era la crítica? Jesús habla de las críticas de los judíos. Explica cómo ellos con­denaban a El y a Juan. Había tres críticas: que Juan tuvo demonio, que Jesús era glotón, y que Jesús era bebedor de vino. Es obvio que "bebedor de vino" está en la misma categoría con el tener demonio y el ser glotón. Pero, repito, si la expresión "bebedor de vino" se re­fiere a la bebida social o al beber con mo­deración, y si Jesús y todos los judíos practica­ban esto, entonces ¿por qué le criticaban? Y ¿por qué mencionaron esto junto con las acusaciones feas de tener demonio y ser glotón? La "lógica" de este argumento no tiene sentido. La verdad es que las tres acusaciones eran mentiras. Juan no tenía demonio y Jesús no era glotón ni bebedor de vino. Jesús sí era amigo de publicanos y de pecadores, pero esto también era malo en los ojos de los judíos.

VII. "Pablo dijo que Timoteo debiera tomar vino", 1 Tim. 5:23.

      A. ¿Con sus amigos? ¿socialmente? ¿Una botella o una copa antes de cenar? ¿tomar para estar más alegre? Dijo Pablo, "Ya no be­bas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfer­medades". Es probable que Pablo quiere decir, "Ya no bebas agua solamente, sino usa también de un poco de vino" (compárese Juan 6:27, tra­bajar no solamente por la comida que perece, sino también por la comida que a vida eterna permanece).

      B. Como medicina. Luego agrega, "por causa de tu estómago y de tus frecuentes en­fermedades"; es decir, usar de vino como medicina. Compárese Luc. 10:34. Claro es que este texto no tiene nada que ver con el tema de beber socialmente. Nos extraña que Pablo tu­viera que recomendar esto a Timoteo. Nos preguntamos si acaso Timoteo se abstenía de todo producto de la vid.

VIII. Algunas conclusiones.

      A. "El alcoholismo". Hoy en día se habla mucho del "alcoholismo", y se afirma que es "enfermedad". Es una enfermedad, claro que sí, pero lo curioso es que se gastan millones de dólares para promover esta enfermedad. Hay propaganda intensa y astuta para convencer a la gente a contraer esta enfermedad.

      B. Millones de "alcohólicos". Hay muchos millones de "alcohólicos" (eufemismo para "borrachos"), y son tanto mujeres y jóvenes como hombres. También se habla de millones de "prealcohólicos", gente que toma mucho y en poco tiempo se incluirán en el número de alcohólicos.

      C. ¿Quién es responsable? ¿Quién lleva la culpa por esta condición tan lamentable? Los "alcohólicos" (borrachos) no son buena propa­ganda para la industria alcohólica; más bien, causan disgusto. La propaganda no presenta el caso del borracho, de los pleitos, del desem­pleo, de las muchas enfermedades, etc. Los que nos oponemos abiertamente a la industria no tenemos la culpa. ¿Quién, pues? Los que pro­mueven la bebida social, los que toman social­mente, los que toman "una que otra" cerveza con sus amigos, los que toman su copa de vino antes de cenar, etc.

      D. La influencia. El cristiano debe consi­derar los muchos problemas causados por el alcohol: problemas de salud tanto mentales como físicos; los muchos accidentes auto­movilísticos con sus consecuencias desastrosas; los muchos conflictos en el hogar, en el trabajo, etc. Pero también debe recordar la importancia de su influencia. Los miembros de la iglesia que participan en la bebida social destruyen su in­fluencia. Hay varias sectas que denuncian fuertemente el tomar socialmente. Hay muchos que aborrecen este vicio por causa de lo que ellos mismos han sufrido y sufren por causa de los daños que ha hecho a su hogar. Con estos el hermano que toma socialmente no tendrá nada de influencia.

(Algunos de los pensamientos presentados en este estudio se hallan en el libro, "The Deacon and His Work", escrito por el hno. James D. Bales).

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