Mateo 19:3-12

 

Introducción.

A.  Los fariseos querían tentar a Jesús.

B.  Eran hipócritas (Mat. 23). No les interesaba la respuesta a su pregunta. No preguntaron para aprender, sino para tentar. Sólo querían causar problemas para Jesús.

 

1. ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?

A.  La respuesta casi universal es que "sí, por cualquier causa".

B.  Muchos se casan para divorciarse, y se divorcian para casarse otra vez, haciendo burla del plan divino.

C.  "Cualquier causa", según los judíos, podía ser el carácter malo de la mujer, el ser ella pendenciera, que saliera a la calle sin llevar velo, que hablara con otro hombre en la calle, que quemara el pan, que hiciera muy salada la comida, que el hombre encontrara otra mujer más atractiva, que los suegros fueran entremetidos, etc. (literalmente, "por cualquier causa").

D.  Hoy en día la situación no ha mejorado. "Cualquier causa" puede ser incompatibilidad, crueldad física o mental, borrachera, conflictos religiosos, pleitos y disgustos sobre las finanzas, conflictos con familiares (suegros, cuñados), por ser el hombre desobligado, o criminal, o por ser la mujer regañona o gorda, o simplemente por no poder entenderse.

E.  La ley de Moisés no decía que el hombre pudiera repudiar a su mujer "por cualquier causa".

 

II. El plan de Dios desde "el principio".

A.  "¿No habéis leído?" ¿No han leído las Escrituras? ¿No sabéis lo que Dios ha dicho sobre este asunto?

"El que los hizo al principio, varón y hembra los hizo"; es decir, Dios no dejó al hombre solo (Gén. 2:18), sino que le creó una “ayuda idónea” para él; hizo una pareja y, por lo tanto, esta pareja no debe separarse, sino que debería seguir viviendo como pareja hasta que la muerte los separara.

C.  "Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne". ¡He aquí la obra y el plan de Dios desde el principio!

D.  Pero el que repudia a su mujer (o la que repudia a su marido, Mar. 10:12), no por causa de fornicación, ignora este plan y obra en contra de Dios.

E.  "Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre". Gobiernos civiles e iglesias han legislado sobre este asunto sin tomar en cuenta la voluntad de Dios, pero en el Día Final no daremos cuenta a los gobiernos e iglesias de los hombres, sino a Dios.

 

III. ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio y repudiarla?

     A. A los fariseos no les importaba lo que Moisés hubiera dicho. Eran hipócritas y apelaban a la ley solamente cuando les convenía (otro ejemplo es Juan 8:5) pero, como Jesús les dijo (Juan 5:45), "hay quien os acusa, Moisés".

     B. Deut. 24:1,2 registra lo que Moisés dijo, y no dijo que el hombre podía repudiar a su mujer por cualquier causa. “Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, {lo} pone en su mano y la despide de su casa, y ella sale de su casa y llega a ser {mujer} de otro hombre; si el segundo marido la aborrece y le escribe certificado de divorcio, {lo} pone en su mano y la despide de su casa, o si muere este último marido que la tomó para ser su mujer, al primer marido que la despidió no le es permitido tomarla nuevamente como mujer, porque ha sido menospreciada; pues eso es abominación ante el SEÑOR. No traerás pecado sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad” (La Biblia de las Américas).

La expresión “algo reprochable” se traduce vergüenza, cosa inmunda o desnudez en otros textos, 23:14; Isa. 20:4)

1.  Algunos de los judíos del primer siglo y algunos de la actualidad han afirmado que la "cosa indecente" se refería a la fornicación, pero esto no es cierto, porque la ley de Moisés requería que los fornicarios fueran apedreados (Lev. 20:10).

2.  Además, muchos judíos creían que el hombre podía re­pudiar a su mujer por cualquier causa, y no solamente por "alguna cosa indecente" como la ley decía.

C. Pero Jesús dice que hay una sola causa justificable para repudiar al cónyuge, y esa causa es la fornicación, v. 9; Mat. 5:32.

    D. Este texto describe una costumbre o práctica... no aprobada, sino solamente permitida o tolerada por Dios -- como lo fue la poligamia -- y que el propósito del texto era prohibir que el hombre que hubiera repudiado a su esposa volviera a vivir con ella si ésta se hubiera casado con otro hombre. Hay versiones bíblicas que dicen que la mujer repudiada podía casarse otra vez. Por ejemplo, la Versión Valera 1960 dice, "podrá ir y casarse con otro hombre" (ver. 2), pero no hay versión alguna que diga que el hombre que repudió a su esposa podía casarse otra vez. Esto se supone. En cuanto a la mujer repudiada, considérese lo siguiente:

1.     La Versión Septuaginta es la versión griega del Antiguo Testamento. Es versión muy confiable y fue citada por Jesús y los apóstoles. Esta versión dice, "And if she should go away and he married to another man" (y si ella saliere y fuere casada con otro hombre). Esta versión griega traduce fielmente el hebreo original. No dice "podrá ir y casarse con otro hombre", sino "si ella saliere y fuere casada con otro hombre". Hay mucha diferencia entre estas dos frases. La primera da permiso y la segunda dice simplemente "si esto sucede".

2.     La Tora (nombre dado al Pentateuco, la ley del judaísmo) traduce Deut. 24:1-4 de acuerdo con la Septuaginta y La Biblia de las Américas (por ejemplo, The Torah, A Modero Commentary, publicado por la Union of American Hebrew Congregations, New York). Esto significa que aun los judíos modernos reconocen que Moisés simplemente permitió el divorcio pero que no permitió las segundas nupcias.

3.     Dicen los destacados comentaristas Keil and Delitzsch, "The four verses form a period, in which vers. 1-3 are the clauses of the protasis, which describe the matter treated about; and ver. 4 contains the apodosis, with the law concerning the point in question. If a man married a wife, and he put her away with a letter of divorce, because she did not please him any longer, and the divorced woman married another man, and he either put her away in the lame manner or died, the first husband could not take her as his wife again". Traducción: "Los cuatro versículos forman un período (conjunto de oraciones, enlazadas una con otra y que forman un sentido cabal, Larousse), en el cual los vers. 1-3 son las cláusulas de la prótasis (primera parte del período, que deja incompleto el sentido, Larousse), que describen el asunto tratado; y el ver. 4 contiene la apódosis (proposición que completa la otra proposición condicional llamada prótasis, Larousse), con la ley acerca del punto en cuestión. (Otra vez, la traducción y ahora sin las definiciones de Larousse: "Los cuatro versículos forman un período, en el cual los vers. 1-3 son las cláusulas de la prótasis, que describen el asunto tratado; y el ver. 4 contiene la apódosis, con la ley acerca del punto en cuestión). Sigue la traducción: Si algún hombre se casara con una mujer, y él la repudiara con una carta del divorcio, porque ella ya no le agradaba, y la mujer divorciada se casara con otro hombre, y éste o la repudiara de la misma manera o muriera, el primer marido no podía tomarla otra vez por mujer".

5.   Dice el comentarista Albert Barnes, "These four verses contain only one sentence, and should be rendered thus: If a man hath taken a wife, etc., and given her a bill of divorcement; and (v. 2) if she has departed out of his house and become another man's wife; and (v. 3) if the latter husband hate her, then (v. 4), her former husband, etc." Traducción: "Estos cuatro versículos contienen solamente una frase (oración), y deben ser traducidas de esta manera: Si algún hombre ha tomado una mujer, etc., y le ha dado una carta de divorcio; y (v. 2) ella ha salido de su casa y ha llegado a ser la esposa de otro hombre; y (v. 3) si el segundo marido le aborrece, entonces (v. 4), su primer marido, etc.".

6.   Dice el comentarista John Peter Lange, "The sentence should be read as one, vers. 1-4 ... He is merely prescribing limitations and regulations to a prevailing custom." Traducción: "Esta frase (oración) debe ser leída como una, vers. 1-4... El meramente está fijando limitaciones y regulaciones para una costumbre existente".

Muchos se han basado en otras versiones y han supuesto erróneamente que "ambos cónyuges podían casarse otra vez", pero el texto original simplemente no lo dice. ¿Qué "mandó" o "permitió" Moisés? Permitió que el hombre repudiara a su mujer (Mat. 19:8) por causa de hallar en ella "alguna cosa indecente" (Deut. 24:1) y mandó que le diera carta de divorcio.

    Al casarse otra vez la mujer quedaba envilecida. Un detalle que casi nunca se menciona en el estudio de este texto es que si la mujer despedida se casara con otro hombre, quedaba envilecida (ver. 4). Por esta causa "no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer" aunque el segundo marido muriera. La palabra envilecida viene de la palabra hebrea tame, palabra que se usa también en Lev. 18:20, "Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella". La misma palabra se encuentra en Lev. 18:23 ("Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él"). Dice Jeremías 3:1, "Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada?”

Es obvio, pues, que el caso de la mujer de Deut. 24:4 se pone al nivel del adulterio y los demás pecados mencionados en Levítico que eran abominables ante los ojos de Dios. Dice la última parte de Deut. 24:4, (después de decir que la mujer "fue envilecida"), "porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad" (dice La Biblia de las Américas, "No traerás pecado sobre la tierra").

Obsérvese que la mujer no quedó envilecida por el divorcio, sino por volver a casarse. Si hubiera quedado "sin casar" (1 Cor. 7:11), no habría sido envilecida. Fue envilecida (amancillada, contaminada) por volver a casarse. Después de ser repudiada por su primer marido, no se le prohibió volver a unirse con él. Eso no hubiera sido pecado, pero al casarse con otro hombre, fue envilecida de tal manera que aunque el segundo hombre muriera, su primer marido no podía volver a tomarla por mujer. Lo que le contaminó no fue ni el primer divorcio ni el segundo divorcio, porque aun después del segundo divorcio ella no podía volver a su primer marido aunque el segundo marido muriera. Es obvio, pues, que la mujer fue envilecida por volver a casarse. Aun bajo la ley de Moisés una mujer repudiada estaba mal en segundas nupcias.

En los días de Jesús los judíos usaban este texto para justificar el repudio, como hoy en día algunos usan 1 Cor. 7:11 para justificar la separación (dicen algunos que está bien separarse sólo que no haya segundas nupcias).

Esta ley fue dada para evitar el divorcio como también para proteger a la mujer. Al tomar en cuenta esta restricción el marido sería más tolerante con su esposa y menos precipitado para despedirla, porque una vez casándose ella con otro hombre, si marido no podía unirse con ella otra vez, y estando unida a otro hombre era envilecida. El marido original nunca podría restaurarla como esposa. También la mujer, al tomar en cuenta esta enseñanza, sería más paciente, más sujeta, menos querellosa, etc. para que su marido no la despidiera, porque al casarse con otro hombre, para siempre hubiera perdido su marido verdadero.

¿Quedaron libres, pues, los dos para contraer segundas nupcias? Considérese esto: ¿Por qué decía Moisés al hombre que él no podía "volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida"? ¿Disolvieron los cónyuges su matrimonio y sin problema alguno volvieron a casarse porque los dos quedaron libres y aprovecharon su oportunidad? ¿Qué dice el texto? ¿Por qué decir al hombre que no podía volver a tomarla por mujer si de inmediato se casaba otra vez? Moisés no lo vio así. El no vio al hombre con otra esposa, sino simplemente divorciado de su esposa. El vio a una mujer que al ser despedida por su marido estaba en peligro de ser envilecida al casarse con otro hombre. (Compárese Mat. 5:32. "hace que ella adultere").

Por lo tanto, usando bien la Palabra no podemos decir que Deut. 24:1-3 enseña que ambas partes quedaron libres para casarse con otros. No lo enseña. Aunque por causa de la dureza su corazón Moisés permitió que el hombre repudiara a su mujer, la práctica de repudiar y volver a casarse siempre ha sido abominable ante los ojos de Dios. Además de esto, obsérvese con más cuidado lo que Jesús dice acerca del asunto: "Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres". Jesús dice "repudiar", pero repudiar no equivale a segundas nupcias. Repudiar no implica segundas nupcias. No es correcto afirmar que Moisés permitió segundas nupcias. Hemos supuesto esto, pero no está en el texto bien traducido. No hay inferencia necesaria de tal permiso. ¿Cómo podía Moisés permitir que una mujer fuera envilecida? Las versiones que dicen que la mujer despedida "podrá ir y casarse con otro hombre" no siguen fielmente al hebreo original (ni a la Septuaginta, ni a La Tora), ni tampoco hacen caso del ver. 4 que afirma que la mujer fue envilecida al casarse con otro hombre y que tal práctica trae pecado sobre la tierra. No es consecuente decir que ella podrá hacerlo y al mismo tiempo decir que será envilecida si lo hace.

En cuanto al primer marido, no hay nada en el texto que indique que él volviera a casarse. Si él se hubiera casado otra vez después de despedir a su mujer, ¿por qué decirle que en cuanto a su primera esposa no podía "volverla a tomar"? ¿Cómo podía volverla a tomar si ya tenía otra esposa? La sencilla verdad es que este texto no autorizó segundas nupcias para nadie.

¿Cuál era, pues, la enseñanza de Deut. 24:1-4? Moisés permitió que el hombre repudiara a su mujer para la protección de ella, pero lo que este texto dice acerca de segundas nupcias es completamente negativa. Deut. 24:1-4 puso restricciones sobre una práctica mala, y dio más protección a la mujer (para que no fuera simplemente despedida sin consideración alguna).

Deut. 24:1-4 no ayuda a Mel Rose en manera alguna para probar su argumento sobre el caso del fornicario repudiado.

(El ver. 5 dice, "Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó". Esta ley fue dada para fortalecer el lazo matrimonial y para evitar el repudio que Dios aborrece, Mal. 2:14-16).

 

IV. La reacción de los discípulos.

A. "No conviene casarse" (v. 10). Aun a los discípulos de Jesús no les pareció conveniente esta doctrina de Jesús, la cual fue en realidad el plan de Dios en el principio del mundo. Los discípulos tardaban mucho en aceptar algunas de las enseñanzas de Jesús (véanse Mat. 18:1-4; 19:13, etc.)

B.  La verdad estorba. Cualquier verdad estorba a la persona que no está completamente sumisa a la voluntad de Dios; por ejemplo, la verdad acerca del bautismo, el "un cuerpo", la tradición humana, el infierno, etc. Compárese Juan 6:60, "dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?"

C.  Según la actitud de algunos hacia el matrimonio, el plan de Dios es como una sentencia amarga de por vida en una cárcel de la cual no hay escape. Los que repudian a sus parejas dicen: "Pero, usted no se imagina cómo es vivir con esa mujer (o con ese hombre)"; "tiene un carácter muy fuerte"; "tiene una boca insoportable"; "es un borracho abusivo", etc. Desde luego, tales personas no consideraron estas características durante su noviazgo.

D.  Las alternativas. Los que dicen que es mejor no casarse, deben considerar Gén. 2::18; 1 Cor. 7:2, 9, etc., y los que piensen repudiar a sus parejas deben considerar Mat. 5:32; 19:9 y los demás textos concernientes al tema.

V. Aquellos a quiénes es dada esta enseñanza.

A.  Esta enseñanza sobre el matrimonio y el repudio no se aplica a los eunucos. Según W. E. Vine (Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento) la palabra "eunouchos denota (a) un hombre castrado, un eunuco, Mt 19:12; (b) en el tercer caso de este versículo, uno que está naturalmente incapacitado para, o que se abstiene voluntariamente de, el matrimonio; (c) uno de ellos en una posición de gran autoridad en una corte, un chambelán, Hch 8:27-39".

B.  Pablo y Bernabé eran ejemplos de los "eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos", absteniéndose voluntariamente del matrimonio.

C.  Pero esta enseñanza sí se aplica a todos los que se casen, y éstos tienen que aceptarla, porque por ella serán juzgados en el Día Final.

 

* * * * * * * * * *