La causa y el efecto

 

Causa:

-- La "causa" del repudio nombrada por Moisés era "por alguna cosa indecente" (no por causa de fornicación)

-- La "causa" nombrada por Jesús es "por causa de fornicación", una causa totalmente diferente.

Efecto:

-- El "efecto" según Moisés era que ambos cónyuges podían casarse otra vez si se repudió la mujer por causa de alguna cosa indecente (pero no por causa de fornicación porque los fornicarios eran apedreados, Levítico 20:10). (Nota: véase el análisis detallado de este texto en la primera parte de este estudio). Muchos aceptan la traducción de la Versión Valera revisada 1960 que casi todos usan, pero la traducción de La Biblia de las Américas esta confirmada por la Versión Septuaginta (la versión griega de las Escrituras hebreas), por La Tora, y por los comentaristas más eruditos como Keil y Delitzsch. Deut. 24:1-4 no autoriza segundas nupcias sino que prohíbe que el hombre que haya repudiado a su mujer vuelva a tomarla otra vez.)

-- El "efecto", según Jesús, cuando el fornicario es repudiado es que el cónyuge inocente puede casarse otra vez, pero Jesús no autoriza segundas nupcias para el fornicario repudiado.

        La muerte o la vida. Según Moisés el "efecto" (la consecuencia) para el fornicario era la muerte, Lev. 20:10, pero según Mel Rose el "efecto" para el fornicario repudiado ahora bajo la ley de Cristo no es solamente vida sino una vida feliz en segundas nupcias.

  La argumentación del tratado de Mel Rose no presenta la verdad y solamente desvía la atención del lector descuidado del pecado del fornicario, de lo que ha hecho a su matrimonio y al pacto con su Dios y de las consecuencias inevitables de su transgresión.

Jesús es acusado de enseñar esta doctrina carnal. Mel está llegando en esta parte del estudio a la aplicación de lo que ha dicho antes: "Obviamente, Jesús y los fariseos dieron por concedido que ambos cónyuges en un divorcio lícito eran libres para volver a casarse" (p. 10). Jesús enseña en Mat. 5:32; 19:9, etc. que siempre que haya repudio, hay pecado. Cuando hay repudio, es imposible que los dos cónyuges sean inocentes y que el repudio sea lícito para los dos. No hay "divorcio lícito" para el fornicario. Pero el hermano acusa a Jesús de estar de acuerdo con los fariseos de que aun el fornicario repudiado podía casarse otra vez. No se puede probar que los fariseos creían que los fornicarios podían casarse otra vez; Jesús les llamó hipócritas pero no les acusó de esto.

Pág. 11. "LA NUEVA LEY SOBRE EL DIVORCIO. Habiendo mostrado la intención original de Dios tocante a la permanencia del matrimonio y la razón de permitir el divorcio, Jesús anunció la nueva ley de divorcio, la cual sería ligada al pueblo de Dios durante la edad evangélica. El dice, '...CUALQUIERA QUE REPUDIA A SU MUJER, SALVO POR CAUSA DE FORNICACION, Y SE CASA CON OTRA, ADULTERA; Y EL QUE SE CASA CON LA REPUDIADA, ADULTERA'. (v. 9) Esta 'nueva ley' es, en realidad, una revisión (algunos dicen aclaración) de Deuteronomio 24:1-2, y una refutación de la interpretación de Hillel y sus discípulos. Respecto a dicha interpretación, Jesús redujo las causas de divorcio de muchas a una. No hizo otras modificaciones más allá de ésta."

¿Es la nueva ley de Cristo una revisión, una aclaración, una modificación de la ley de Moisés y de la enseñanza del rabino Hillel? Así piensa Mel. Amado lector, en este párrafo se observa claramente el fanatismo del Mel Rose. El se ha entregado al error que enseña en su tratado y, para sostenerlo, él se ha convertido en judaizante; es decir, vuelve a la ley de Moisés para probar su doctrina.