Mel Rose se une a los sectarios
Estos vuelven a la ley de Moisés:
1. Los adventistas lo hacen para enseñar el sábado;
2. los católicos lo hacen para enseñar el sacerdocio especial, el quemar incienso, etc.;
3. los evangélicos lo hacen para encontrar instrumentos musicales y el diezmo;
4. y Mel Rose lo hace para enseñar que el fornicario repudiado puede casarse otra vez.
iTodos estos son judaizantes!
Si es nueva ley, no es la vieja. Mel escribe nueva ley entre comillas ("nueva ley"; yo lo escribo 'nueva ley' en este repaso porque tengo todo el texto del folleto de Mel entre comillas). Pero Mel Rose usa comillas para indicar que la ley de Cristo no es en verdad una nueva ley, sino simplemente una revisión, una aclaración y una modificación de la ley de Moisés y del rabino Hillel. Al poner la expresión nueva ley entre comillas ("nueva ley") Mel deja la impresión que Jesús creía que el rabino Shammai (y no el rabino Hillel) tenía razón con respecto a este asunto. Deut. 24:1, 2 no dice nada de repudiar por cualquier causa, sino solamente por causa de alguna cosa indecente, y Mel implica que esta expresión se refiere al adulterio o fornicación. Por lo tanto, según esto Jesús no tuvo que modificar nada, y la nueva ley no es nueva.
Otra gran falla de la enseñanza de Mel. Según Mel la ley de Cristo es solamente una modificación de la ley de Moisés y la enseñanza de Hillel; es decir, que Jesús se identifica con el rabino Shammai y explica que la expresión "alguna cosa indecente" (Deut. 24:1) es la fornicación. Entonces, según Mel, la ley de Cristo no equivale a lo que fue establecido por Dios en el principio, sino es simplemente una extensión de la ley de Moisés.
En Mat. 5:31 Jesús se refiere a la carta de divorcio de Deut. 24:1-2, y dice (ver. 32), "Pero yo os digo" otra cosa. El estudiante de primaria puede ver que hay contraste entre la enseñanza de Jesús y la de Moisés sobre el divorcio y segundas nupcias. No hay ningún texto que indique que la enseñanza de Jesús sea una "revisión" o "aclaración" o "modificación" de nada.
¿Modificación? Dice Mel que "Esta 'nueva ley' es, en realidad, una revisión algunos dicen aclaración) de Deuteronomio 24:1, 2, y una refutacion de la interpretación de Hillel y sus discípulos. Respecto a dicha interpretación, Jesús redujo las causas de divorcio de muchas a una. No hizo otras modificaciones más allá de ésta".
Pero si la "cosa indecente" era fornicación, como Mel implica, entonces Jesús no cambió la ley, ni siquiera con respecto a la causa de divorcio. Deut. 24:1, 2 no dice que los israelitas podían divorciarse por cualquier causa; solamente los discípulos de Hillel decían eso, y según Mel "Jesús redujo las causas de divorcio de muchas a una. No hizo otras modificaciones más allá de ésta". Obsérvese bien este punto: según Mel Jesús no modificó la ley de Deut. 24:1, 2, sino la enseñanza de Hillel, reduciendo "las causas de divorcio de muchas a una".
Según esto Mel cree que Mat. 5:17 significa lo que los adventistas y otros sectarios dicen; es decir, que Jesús vino para confirmar la enseñanza de la ley de Moisés y no para abrogar o cambiarla. Lo que Mel dice suena exactamente como los escritos evangélicos que "retienen" partes de la ley de Moisés (desde luego, solamente lo que quieren retener; por ejemplo, el sábado o el diezmo o el instrumento, etc.). Me extraña mucho que un predicador del evangelio hable así.
Pero Cristo no modificó la ley, sino que la cumplió y la quitó. La enseñanza de Hillel o la de Shammai no vienen al caso. Jesús no dijo nada acerca de estos rabinos y sus enseñanzas.
La verdad es que Mateo 19:9 no es una revisión ni modificación de nada. Cristo hizo a un lado el permiso concedido por Moisés en Deut. 24, y rehusó entrar en polémica acerca de la disputa entre Hillel y Shammai, insistiendo en que todos vuelvan al plan original de Dios dado en el principio del mundo (Mat. 19:4). Moisés permitió que el hombre repudiara a su mujer por "alguna cosa indecente", y Jesús dice, "Pero os digo" otra cosa distinta.
Pág. 12. "¿DIVORCIO? O, ¿SEGUNDAS NUPCIAS? Tal vez el lector ha notado que representamos a Mateo 19:9 como una discución sobre divorcio, y no sobre divorcio Y segundas nupcias. Las segundas nupcias están involucradas en el pasaje, pero no es el tema en discusión. Nada más divorcio. Si los fariseos hubieran hecho dos preguntas; a saber, '¿Es licito al hombre repudiar a su mujer? Y, ¿Quién tiene el derecho de casarse después del divorcio?', entonces el contexto hubiera sido divorcio Y segundas nupcias. Podemos suponer en tal caso que el Señor hubiese hablado expresadamente sobre ambas preguntas. Pero, habló expresadamente solamente sobre divorcio, e incidentalmente sobre segundas nupcias. Esto se contrasta con Deuteronomio 24:1-2, donde el tema sí es divorcio y segundas nupcias, porque se dice claramente que la mujer repudiada podía volver a casarse. Esta provisión no se encuentra en Mateo 19:9. ¿Por qué no? Por la simple razón de que el divorcio ilícito, y no el divorcio Y segundas nupcias, está bajo consideración."
¿Cuál es su punto de Mel en este párrafo? Que toda la discusión (Mat. 19:1-9) solamente tenía que ver con lo que él llama el “divorcio ilícito”; es decir, el divorcio de "cualquiera que repudia a su mujer" no por causa de fornicación.
También cree que si los fariseos hubieran preguntado, "¿Quién tiene el derecho de casarse después del divorcio?" entonces "el Señor hubiese hablado expresadamente", diciendo que a menos que haya habido caso de muerte, el fornicario y su cónyuge inocente son los únicos que tienen tal derecho. Desde luego, si Jesús hubiera dicho esto y otras cosas tan liberales y absurdas como ésta, no lo hubieran crucificado.
Pág. 13. "ANALIZANDO LA NUEVA LEY. La primera parte de la nueva ley dice, 'CUALQUIERA QUE REPUDIA A SU MUJER, SALVO POR CAUSA DE FORNICACION, Y SE CASA CON O'l'RA, ADULTERA'. (Mateo 19:9) Con respecto a esta declaración del nuevo estatuto, la ley es: Cualquiera que repudie a su mujer y se casa con otra, adultera. Tanto Marcos como Lucas anuncian la nueva ley de esta forma. (Mar. 10:11-23; Luc. 16:18) No obstante la 'cláusula de excepción' (salvo por fornicación) modifica o define esta ley general. Nos asegura que hay una ocasión cuando el divorcio y segundas nupcias no conducen al adulterio, y esto es cuando el matrimonio ha sido disuelto por causa de fornicación. Esta interpretación no es únicamente consistente con la gramática del versículo, sino que también está en perfecta armonía con el contexto".
El matrimonio no es disuelto por causa de fornicación. A través de su tratado Mel Rose usa con toda confianza un lenguaje que no es bíblico. En este párrafo que acabamos de citar él dice, "y esto es cuando el matrimonio ha sido disuelto por la fornicación". Mel enseña que el repudio equivale a disolver -- en todo sentido -- el matrimonio. Esto no es cierto. El repudio disuelve la unión física pero Mel no dice nada acerca del pacto ni de los votos ni de ninguna obligación o restricción, sino que solamente dice "disuelto" y ¡ya! No hay ningún sacerdote católico ni pastor pentecostal que sean más arbitrarios y dogmáticos que Mel Rose. Los tres simplemente dicen cosas que salen de su propia mente, cosas que nunca entraron en la mente de Dios.
Pero el matrimonio no es disuelto por causa de la fornicación porque aunque el cónyuge inocente disuelva la unión física, y quede libre de las demandas del pacto matrimonial, el fornicario queda obligado a la ley (el pacto) de Dios -- y es restringido por esa ley -- con respecto a su matrimonio. Los que quebrantan alguna ley o violan algún pacto no quedan libres de las demanda de esa ley o pacto.
La una ocasión. Obsérvese bien la afirmación en la penúltima frase, porque es el corazón del argumento: "hay una ocasión cuando el divorcio y segundas nupcias no conducen al adulterio, y esto es cuando el matrimonio ha sido disuelto por causa de fornicación"; es decir, si es una "ocasión" en la cual ha habido fornicación y divorcio (o, como dice Estes, divorcio y fornicación) entonces, según Mel, los dos cónyuges quedan libres para casarse otra vez. Por eso habla tanto del "divorcio", para incluir en su proposición a los dos cónyuges; es decir, tanto al fornicario como a inocente. La verdad es que hay una condición nombrada en Mat. 19:9 que sirve de excepción ¡para el inocente! y solamente para el inocente.
La combinación necesaria. ¡He aquí la combinación necesaria de la proposición del hermano! Según él, si hay fornicación y divorcio (o, como dice Estes, si hay divorcio y fornicación), entonces todo es licito, legal, bueno y aceptable. En tal "ocasión" el divorcio y segundas nupcias no conducen al adulterio. (Interpretación: los dos cónyuges -- tanto el fornicario como el inocente -- quedan libres para casarse otra vez; no cometen adulterio al hacerlo). En otra "ocasión" (por ejemplo, la mujer quema el pan o es regañona, o el hombre es desobligado y gruñon, etc.) el divorcio y segundas nupcias sí conducen al adulterio. Obviamente esta otra "ocasión" no es tan conveniente como la "ocasión" especial que disfruta el fornicario.
El cónyuge inocente. ¿Pero no es libre el cónyuge inocente para casarse otra vez? Desde luego que sí. Entonces ¿no quedó disuelto el matrimonio en este caso? Jesús no habla de disolver el matrimonio. El inocente tiene el derecho de disolver la unión física y quedarse libre de toda obligación hacia el fornicario. El cónyuge inocente puede separarse del fornicario y casarse otra vez, porque de otro modo estaría siendo obligado a ser una sola carne con un fornicario (1 Cor. 6:16).
¿Qué indica la gramática? Indica que cualquiera que repudie a su cónyuge por causa de fornicación y se case otra vez no peca, y que los demás que se separen y se casen otra vez cometen adulterio (tiempo presente, acción continua; es decir, siguen cometiendo adulterio). La gramática y el contexto condenan al fornicario sin darle beneficio alguno.
Mel dice que "hay una ocasión cuando el divorcio y segundas nupcias no conducen al adulterio". ¿A quién no conducen al adulterio? Al cónyuge inocente, no, pero al fornicario repudiado, sí.
"La segunda parte del versículo dice, "Y EL QUE SE CASA CON LA REPUDIADA, ADULTERA". La mayor parte de la controversia sobre el divorcio y segundas nupcias gira en torno a esta declaración. El centro de la cuestión es la identidad de esta mujer repudiada. ¿Es ella la mujer del esposo en la primera parte del texto? ¿Por qué fue repudiada? ¿Cometió fornicación y fue repudiada por ello? ¿O, fue ella repudiada injustamente e ilegalmente, por alguna razón frívola (cosa muy común en aquellos tiempos)? ¿Y, es ésta la razón por la cual se dice que el hombre que se casa con ella comete adulterio? Estas son preguntas pertinentes a nuestro tema, y nos proponemos a contestarlas en este estudio".
El hermano cree que si se admite que "la repudiada" de la segunda parte del versículo es la que fue repudiada por "cualquier causa", entonces la teoría de él queda probada. El cree que si "la repudiada" de este texto no es la fornicaria, entonces el que se case con la fornicaria repudiada no comete adulterio. Según Mel, el que se case con la quemadora de pan repudiada sí adultera, pero el que se case con la fornicaria repudiada no adultera. Esta es la "lógica" del argumento, y ahora dedica varias páginas a este argumento (hasta la página 23, casi la tercera parte del tratado). Pero recuérdese que diez páginas no son diez argumentos, sino uno solo.
Además, su argumento no tiene mérito alguno. Si se pudiera probar concluyentemente -- más allá de toda duda -- que la mujer repudiada de la segunda parte de Mateo 19:9 es la que fue repudiada no por fornicación, esto no autorizaría en absoluto que a la fornicaria repudiada se le permite volver a casarse. ¿Qué prueba pues? Prueba que el que se casa con la mujer repudiada no por fornicación adultera. Pero ¿quién niega eso?
Pág. 14. "LA CLAUSULA DE EXCEPCION. La cláusula 'salvo por fornicación' en Mateo 19:9 es una distracción para muchos hermanos que tratan de interpretar el versículo. Ellos han estado tan preocupados con a quién se aplica, qué modifica, y si se infiere o no en la segunda parte del texto que han pasado por alto su verdadera y su única función.
"Cuando el Señor dió la excepción, no estaba haciendo leyes sobre las segundas nupcias, sino sobre el divorcio. ¡Los fariseos NO preguntaron si fuera licito el matrimonio después de divorciarse! ¡NO preguntaron sobre quién tiene el derecho de volver a casarse! Las segundas nupcias no estaba bajo consideración en ese día. Por lo tanto, lo que dijo Cristo al respecto es cosa enteramente INCIDENTAL y SECUNDARIA en el texto. Naturalmente, para hacer su caso sobre el divorcio ilícito, Cristo alude necesariamente a las segundas nupcias. ¿De qué otro modo hubiera podido exponer las consecuencias pecaminosos del divorcio ilícito excepto al referirse a las segundas nupcias en semejante divorcio? Si no hubiera existido esta necesidad, no hubiese sido motivo alguno para mencionar las segundas nupcias. Hay que recordar firmemente que el tema en esa ocasión fue EL DIVORCIO".
¿Por qué Mel menosprecia tanto la importancia de las segundas nupcias? Porque enseña que Jesús estaba de acuerdo con los fariseos en cuanto a las segundas nupcias. Dice (p. 10), "Obviamente, Jesús y los fariseos dieron por concedido que ambos cónyuges en un divorcio lícito eran libres para volver a casarse". Mel se esfuerza por eliminar de la controversia el tema de segundas nupcias. Afirma que sobre ese tema no había controversia, que Jesús estaba de acuerdo con los fariseos, y que ni lo hubiera mencionado si no hubiera sido necesario enfatizar lo malo del “divorcio ilícito".
Esta táctica del hermano es para hacer que su enseñanza acerca de las segundas nupcias se acepte sin discusión ni controversia. De esa manera esta falsa doctrina entra en la iglesia por la puerta trasera, sin que nadie se dé cuenta. La implicación de su tratado es que nadie debe preocuparse por la cuestión de segundas nupcias para el fornicario repudiado, y que además, a Jesús no le interesó en absoluto ese asunto y, desde luego, que tampoco debe interesarnos a nosotros.
Mel afirma que la cláusula de excepción nos ciega a este hecho y que tropezamos en ella. Ya hemos visto en la pag. 4 por qué él quiere dar tanto énfasis al divorcio y nada de énfasis a las segundas nupcias. Según él, "El divorcio es un acto legal por el cual un matrimonio es disuelto. Ya no existe"; es decir, no quiere complicaciones. Solamente quiere borrar el matrimonio anterior y luego las segundas nupcias son tan inocentes como el matrimonio de solteros jóvenes que nunca se hayan casado.
Pág. 16. "EL PROPOSITO DE LA CLAUSULA. EL DIVORCIO PUEDE SER LICITO O PUEDE SER ILICITO. ¡Es siempre lo uno o lo otro! La cláusula de excepción nos dice cuando y bajo cuáles condiciones, el repudio es lícito. ¡Esta es su única función en el texto. Califica el divorcio. Sin ella, comprenderíamos, como algunos han hecho al leer Marcos y Lucas, que ¡todo divorcio es ilícito! Pero su presencia nos asegura que el caso no es eso. Nos hace saber que hay ocasión cuando el divorcio es siempre lícito, porque es aprobado y permitido por Dios. Esto acontece cuando el divorcio es por la causa de fornicación".
Dios aborrece el repudio (Mal. 2:16), y nunca habla del “divorcio lícito". Desde luego, el cónyuge inocente no peca cuando repudia al fornicario, pero tal repudio no es lícito para el fornicario. Mel persiste en hablar del repudio como “divorcio licito” para los dos cónyuges aunque uno de ellos haya cometido fornicación.
La cláusula de excepción dice cuándo y bajo qué condiciones el repudio es lícito para el cónyuge inocente.
Marcos y Lucas -- al igual que Romanos 7:2,3 -- registran la ley; la cláusula bajo consideración registra la única excepción de la ley. Sin esta excepción, todo repudio sería ilícito para los dos cónyuges pero con la excepción, el repudio es ilícito solamente para el fornicario y es lícito para el cónyuge inocente que opte por repudiar al fornicario.
El repudio es "aprobado y permitido por Dios" para el cónyuge inocente pero es un insulto hacia Dios decir que el divorcio es "aprobado v permitido por Dios" para el fornicario quien lo causó.
Pág. 16. "FALTA DE LA CLAUSULA. Cuando usted lee Mateo 19:9 sin la cláusula de excepción, el lenguaje, en la mayor parte, es idéntico a Marcos 10:11-12 y Lucas 16:18. Siendo pasajes paralelos a Mateo 19:9, la 'excepción' debe ser suplida en ambos casos. Pero, al leer y estudiar los relatos de Marcos y Lucas (y especialmente el de Marcos), es obvio que todo el énfasis está puesto en el divorcio ilegal. Es así en Mateo 19:9 también, pero muchas veces la cláusula de excepción ciega al expositor a este hecho".
Marcos no habla de un supuesto "divorcio ilegal", como si los dos cónyuges fueran culpables de un repudio pecaminoso. El lenguaje de Mel Rose no es lenguaje bíblico. El cita Mateo, Marcos, y Lucas, pero en sus comentarios usa términos inventados por hombres. Mel sabía que para probar su proposición, era necesario de que fabricara conceptos y términos no bíblicos. Es imposible usar las palabras del Espíritu Santo para probar una doctrina que procede de Satanás.
Todo el énfasis en estos textos es para condenar a la persona que repudie a su cónyuge y que se case otra vez, pero según Mateo 5:32; 19:9, la persona que lo haga por causa de fornicación y se case otra vez no se condena. El tratado dice repetidas veces "divorcio lícito" y "divorcio ilícito". ¿Por qué? Porque es necesario usar términos no bíblicos para presentar una doctrina antibíblica.
Pág. 17. "RESUMEN DE LAS ENSEÑANZAS DE JESUS. Si se interpretara bien Mateo 19:9, es menester notar con cuidado la pregunta que Jesús está contestando, y tener en cuenta la diferencia importantísima entre el divorcio lícito y el no lícito. Fallar al reconocer esta distinción cardinal guiará a conclusiones erróneas. Ya que Jesús esta tratando de las consecuencias dañinas del divorcio ilegal, representémosle de esta manera:
"Pregunta: '¿Es licito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa'?
¿Es lícito al hombre repudiar...? Mel cita el texto que habla claramente de lo que algún hombre haga, pero entonces inmediatamente habla de ello como aplicable a los dos cónyuges. Mel habla del acto del hombre que repudia a su mujer como si fuera un divorcio efectuado por los dos cónyuges, y esto no es cierto.
"Respuesta: 'Cualquiera que repudia a su mujer por cualquier causa (o sea, por una causa aparte de la fornicación) y se casa con otra, adultera; y cualquiera que se casa con ella cuando ha sido repudiada (por cualquier causa y no por fornicación), adultera'.
"Esto, a grandes razgos, es la enseñanza de Jesús sobre el divorcio. El Señor está diciendo que cuando el divorcio es por alguna causa aparte de la fornicación, las personas así divorciando cometen adulterio cuando se casan. Esta conclusión no se saca por algún ejercicio gramatical por el cual la cláusula de excepción en la primera parte del versículo se transfiere a la segunda parte. No es el resultado de esquematizar una frase, ni apelarse a expertos lingüistas. Ni tampoco es el sueño de alguien buscando justificar a un matrimonio dudoso. Al contrario, ¡es el resultado de interpretar el texto en armonía con su contexto! No es eisegésis, sino exegésis".