¿Por qué dicen algunos que Romanos 14 trata de asuntos de “la fe”?

 

          Rom. 14:4 dice, “Para su propio señor está en pie, o cae”. Uno de los proponentes de la unidad en la diversidad argumenta que esto prueba que el capítulo tiene que ver con asuntos de la fe porque con respecto a las cosas tratadas el hermano fuerte pudo caer (pecar). Afirma, pues, que al comer el hermano fuerte pecó. Pablo no dice tal cosa. Por el contrario, dice en todo el capítulo que son prácticas que ni son mandadas ni prohibidas. Dice que el hermano fuerte “para su propio señor está en pie, o cae”, dando a entender que el Señor le juzgaría y, por eso, que el hermano débil no le debería juzgar. El hermano débil no tiene el derecho de decidir si el hermano fuerte está de pie (está bien) o si cae (si está mal), porque el hermano fuerte no es el siervo del hermano débil. Es siervo ajeno; es decir, es siervo de otro, o sea, del Señor, o no del hermano débil.

          Pablo no dice, pues, que el hermano fuerte había caído. No dice que Dios lo había recibido y que después había caído en pecado cuando comió. Pablo no está diciendo que el hermano débil debería recibir al hermano fuerte aunque éste hubiera caído en pecado. No hay nada en el texto que sugiera tal idea absurda. Esto es precisamente lo opuesto de lo que Pablo enseña, porque en todo el capítulo insiste en que ni el débil ni el fuerte peca, que si el débil no come no peca, y que si el fuerte come, no peca.

          Si alguien dice que el hermano fuerte pecó, le juzga. Esto es exactamente lo que Pablo prohíbe.

          ¿Debería el hermano fuerte enseñar y corregir al hermano débil? Esto es lo que Pablo prohíbe. El dice, “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones”. Posiblemente crezca y deje de ser “débil”, pero en cuanto a Rom. 14 puede continuar en su creencia hasta morir. No importa. Recuérdese el ejemplo de no comer carne de cerdo ni trabajar el sábado. El concepto erróneo es que es necesario ser pacientes con los hermanos débiles por algún tiempo, pero que tienen que aprender y corregirse.

          Luego sobre esta base se enseña que así también pueden recibir a los que enseñen doctrinas falsas pero lentamente hay que estar enseñándoles. Esto no se enseña en Rom. 14. En primer lugar el capítulo no tiene nada que ver con enseñanza falsa o práctica errónea, y en segundo lugar, Pablo no dice que el hermano débil debe ser enseñado y corregido.

 

 

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