Algunos dicen que creen Gén. 1, pero también dicen que el universo tiene unos 15 billones de años de edad y que la tierra tiene unos 4.5 billones años de edad.
Estos dicen que rechazan la evolución y que tampoco son evolucionistas teístas (los que tratan de armonizar la creación con la evolución), pero aunque renuncian a la evolución orgánica (evolución de la creación animada), sí aceptan la evolución de la creación inanimada (el universo, la tierra). Es muy importante observar y recordar este punto, porque a pesar de lo que profesen éstos, en realidad son evolucionistas teístas, pues quieren armonizar la Biblia con los conceptos de evolución.
Advertencia seria. Es muy importante recordar que muchos de los que comenzaron dudando de lo que la Biblia dice claramente en Gén. 1, terminan dudando de los milagros registrados en la Biblia, la Deidad de Jesús, el nacimiento virginal y resurrección corporal de Jesús, la inspiración de las Escrituras, etc.
“Las eras geológicas”
Para poder entender el problema bajo consideración es necesario entender algo de las llamadas “eras geológicas”, porque el propósito de tales hermanos es tratar de armonizar la Biblia con ellas. La “geología” es la “ciencia que tiene por objeto el estudio de las materias que componen el globo terrestre, su naturaleza, su situación y las causas que lo han determinado”. Entre otras cosas el estudio de la geología tiene que ver con los estratos o capas de la superficie de la tierra. Según científicos geólogos, la naturaleza y situación de los varios estratos de la superficie de la tierra nos indican la edad de la tierra. La tabla o columna geológica se publica en diccionarios, enciclopedias y en muchos libros de texto a todo nivel de estudio. Los geólogos dan nombres a estas supuestas eras (arqueozoica, proterozoica, paleozoica, etc.), como también a los supuestos períodos dentro de aquellas eras (p. ej., el cámbrico dentro de la paleozoica, etc.), y se nos dice que la formación de estos varios estratos ocurrió durante muchos billones de años.
En la tabla de las eras geológicas también se publican la vida característica de cada una; es decir, se nos dice que plantas y animales acuáticos primitivos surgieron durante la era proterozoica hace por lo menos un medio billón de años y que el surgimiento de plantas y animales y del hombre ocurrió hace 25,000 a 975,000 años. Los “científicos” hablan de millones y billones de años como si fueran decenas o centenares de años, y todo de acuerdo a su propia imaginación, porque no hay ciencia verdadera en las tablas geológicas ni mucho menos en los números de años que las supuestas eras hayan durado.
Pero lo importante de esto es que hay una relación estrecha – inseparable – entre la tabla geológica y la evolución. Los que propagan esta “ciencia” argumentan en círculo. Se nos dice que la edad de los estratos de la superficie de la tierra se puede determinar por los fósiles que se encuentran en ellos. (“Fósil. Nombre que se da a los fragmentos de animales o plantas petrificados que se encuentran en diversos terrenos geológicos antiguos”). Pero, en turno, argumentan que la edad de los fósiles se puede determinar por el estrato de la tierra en el que se encuentre. Así pues, al reconocer que la evolución es una filosofía vana y hueca, también se reconocerá que la tabla geológica no tiene significado alguno.
Aunque todo esto (la evolución y las eras geológicas) sea llamado “ciencia”, es necesario de una vez aclarar que no lo es. Los maestros de esta llamada “ciencia” (1 Tim. 6:20) quieren que los alumnos crean que el orden establecido en el dibujo de la columna geológica se encuentra en toda la superficie de la tierra, pero esto simplemente no es cierto. Siete de los diez estratos no se encuentran en un 77% de la superficie de la tierra y tres o más de los estratos no se encuentran en un 94% de la superficie de la tierra. De hecho, datos científicos indican que aproximadamente 0.4% del área de la superficie de la tierra tiene los diez estratos como se dibujan en la tabla geológica, y aun en estos algunos son incompletos. La completa columna geológica existe, pues, solamente en la imaginación de los que la dibujen.
También es importante aclarar de una vez que los estratos verdaderos de la tierra (los que en verdad existen) no se han formado a través de millones de años. La explicación principal de la formación de los estratos de la superficie de la tierra y de los fósiles encontrados en ellos es que Dios sometió la tierra a un diluvio devastador. Léase el relato del diluvio en Génesis 7. El diluvio explica los estratos o capas de la superficie de la tierra, incluyendo la formación de continentes, océanos, ríos, montañas, valles, cañones, etc. Es interesante la definición que Larousse da a la palabra cataclismo: “Diluvio, terremoto, etc.: el hundimiento de la Atlántida (continente que se supone existió en el Atlántico) fue uno de los cataclismos más terribles de que habla la historia”. Desde luego, esto fue pura leyenda griega, pero ilustra el hecho de que diluvios y terremotos sí tienen impacto tremendo sobre la superficie de la tierra. Si hubiera mapa del mundo antediluviano y otro del mundo postdiluviano, habría contrastes increíbles.
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