Lección XXVII

La unidad, una obligación individual

 

I.  Esforzándose para mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz:

          (Efes. 4:3).   El esfuerzo demanda lucha positiva de parte de cada cristiano para contribuir hacia la unidad.  La paz es un requisito esencial de la unidad.  No obstante, la paz no debe comprarse sacrificando o comprometiendo la verdad con el pecado.  (Mat. 10:34).

 

II. La importancia de la unidad se ve en lo que depende de ella:

 

          1. Un llamamiento pleno y libre para la unidad no puede hacerse al mundo denominacional cuando la división existe dentro de la iglesia. Entonces, la consecuencia de nuestro llamamiento a la unidad depende de nuestro mantenimiento de la unidad.

          2. La fuerza e influencia de la iglesia contra las falsas doctrinas y el pecado se destruye por la falta de paz y unidad en la iglesia.

          3. El cumplimiento exitoso de la misión de la iglesia depende en gran parte de la cooperación.  La división hace la cooperación imposible y roba a la iglesia de la fuerza necesaria para cumplir su misión.

          4. Más aun:  la aceptación del culto cristiano depende de que los miembros de la iglesia mantengan la actitud correcta los unos para los otros.

 

III. Cosas que destruyen la unidad en la iglesia:

 

          1. Egoísmo (Fil. 2:3-5).  Esta actitud acusa una falta de amor por Cristo y su causa; un deseo impío de hacer nuestra voluntad; una falta de reconocer los derechos de los demás.

          2. Enseñanza especulativa y caprichosa (Tito 2:7; 3:9-11; 2 Tim. 2:14,23,24; 2 Pedro 1:16-2:2).

          3. Lenguas sin control (Sant. 3:5-12).

          4. Puntillosidad o propensión a la ira.  El amor no permitirá una disposición como esta. (1 Cor. 13:5).

 

IV. Medios para promover la unidad:

 

          1. Generosidad, abnegación, voluntad de aceptar la responsabilidad en asuntos de juicio (Fil. 2:3-5; Rom. 12: 3-5, 16, 19).

          2. Unidad en la fe y la enseñanza.  "Habléis todos una misma cosa" (1 Cor. 1:10).

          3. Estar en paz con todos los hombres en todo lo que sea posible (Rom. 12:18-21). Rehusar a compartir los agravios de otros.

          4. Las características de amor vigorizarán la unidad (1 Cor.  13:4-7).

          5. Un genuino amor hacia Cristo y su iglesia; impidiendo la división en el cuerpo de Cristo (1 Cor. 1:10).  "Que no haya  divisiones entre vosotros".

 

Conclusión:  Para preservar y promover la unidad:  practíquese lo que enseña 1 Cor. 1:10:

          1. Hablar las mismas cosas.

          2. No permitir divisiones "entre vosotros".

          3. Estar perfectamente unidos en la misma mente y parecer.

 

Preguntas

 

          1. Defina la palabra "esfuerzo".  ¿Que deben hacer todos los cristianos?

          2. ¿Cuál es el precio que se paga algunas veces por la paz?

          3. ¿Cómo estorba la división "interior" al llamamiento de la  iglesia a la unidad?

          4. ¿Cómo estorba la división a la cooperación de los miembros?

          5. ¿Cuál debe ser la actitud de los miembros de la iglesia hacia cada uno si el culto ha de ser aceptable?

          6. Mencione algunas cosas que destruyen la unidad de la iglesia.

          7. ¿Cómo puede ser promovida la unidad?

          8. Dése un sumario de la lección.

          9. ¿Cómo puede la cooperación individual promover la unidad de la iglesia?

          10. ¿Cuáles son las tres reglas de 1 Cor. 1:10 para la promoción y la preservación de la unidad?

 

 

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