Lección XXVI
El plan de Dios para la unidad
I. "Para que ellos sean uno en nosotros" (Juan 17:20,21).
Los creyentes deben estar unidos en Cristo. Cualquier intento de obtener la unidad fuera de la iglesia, es un fracaso.
II. "Habléis todos una misma cosa" (1 Cor 1:10).
1. La palabra de Dios es la única base de la unidad. La unidad sobre cualesquiera otra base que no sea la verdad es un fracaso.
2. El reconocimiento de la autoridad correcta en los asuntos religiosos es una necesidad. Las enseñanzas de Cristo y sus apóstoles constituyen la norma para pronunciar el juicio de autoridad (Gál. 1:6,10).
III. La norma divina de la unidad (Efes. 4:4,6).
1. Un Dios: unidad en el culto.
2. Un Señor Jesucristo: unidad en la autoridad.
3. Una fe: unidad en el mensaje.
4. Un bautismo: unidad en la práctica.
5. Un cuerpo: unidad en la organización.
6. Una esperanza: unidad en el deseo.
7. Un Espíritu: unidad en la vida.
Estas siete unidades constituyen la única base sobre la cual la unidad es posible desde el punto de vista humano así como también la única base sobre la cual es aceptable a Dios desde el punto de vista divino.
IV. Adulteraciones denominacionales del plan divino:
1. El denominacionalismo en la hora actual ilustra la primera corrupción. Se describe como el llamamiento a la unión espiritual en una división orgánica. Basado todo en conclusiones absurdas de que "una iglesia es tan buena como otra cualquiera", "ellas son caminos diferentes que conducen al mismo lugar", o "todos estamos tratando de llegar al mismo sitio", etc. Todas estas afirmaciones son maliciosas e ilógicas y, además, el plan que sugieren está en desacuerdo directo con el plan de Dios. Hágase una comparación de este plan con el que se ha mencionado antes.
(1) Este plan está basado sobre las condiciones esenciales siguientes: (a) un Dios; (b) un Cristo; (c) un Espíritu; (d) una esperanza.
(2) Pero rechaza otras condiciones esenciales en el plan divino, a saber:
(a) Una fe (no cualquiera fe).
(b) Un bautismo (no tres modos).
(c) Un cuerpo (no 200 iglesias).
Nadie tiene más derecho para anular el plan de Dios para la unidad sobre la fe y el bautismo o la organización, que adorar a más de un Dios. Todos estos son elementos esenciales del plan divino.
2. Otro plan ofrecido por las denominaciones se describe así: "unión orgánica y división espiritual". Este plan va un paso más adelante del que hemos citado más arriba y concede que debe haber una iglesia solamente, pero insistiendo, sin embargo, que la libertad de creencia y práctica debe permitirse. El alcance de este segundo plan queda ilustrado por los "avivamiento de unión". Tales avivamientos entre ellos mismos admiten que los nombres denominacionales, credos, organizaciones, doctrinas y prácticas, de hecho estorban la salvación de las almas. Todos estos razonamientos provisionalmente están descontinuados durante el "avivamiento de unión" con el fin de alcanzar a mayor número de gentes. Esto debería hacerse permanente y cuando todas esas características facciosas hayan sido olvidadas y la divina plataforma para la unidad se haya adoptado Dios será complacido y muchas almas más serán salvas por la verdad.
Preguntas
1. ¿Cuál fue la oración de Cristo por su pueblo? ¿Por todos?
2. ¿Qué deben hablar todos y cuál es la norma?
3. Señale el plan divino de la unidad y memorice las "siete unidades".
4. ¿Cómo adulteran las denominaciones el plan divino?
(1) Señale ejemplos específicos.
(2) En su celo, ¿cuál es la base de la unidad? ¿cuales sus cuatro puntos esenciales?
(3) ¿Cuáles tres puntos esenciales omiten?
5. ¿Qué hay de erróneo en la idea de una "unión orgánica y división espiritual"?
6. ¿De qué manera muestran los "Avivamientos de unión" que el denominacionalismo es un grave error?
7. ¿Qué se hace un lado siempre en los "avivamientos de unión?"
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