2 Corintios 8:18-24; 1 Corintios 16:3,4
Los mensajeros de las iglesias
Verdad:
A. Sus propios mensajeros. Cada iglesia escogió a su(s) propio(s) mensajero(s) para llevar su ofrenda a Jerusalén. Siempre se respetaba la autonomía de cada congregación. Los que ofrendaron enviaron su propio dinero directamente a los recipientes por las manos de los mensajeros que ellos escogieron.
B. La comunión directa. Debe haber siempre una relación estrecha entre los que dan y los que reciben. No conviene que haya agencias intermediarias que interrumpan la comunión.
Error y su refutación:
A. "La iglesia patrocinadora equivale a los mensajeros". Nos dice el liberal que la iglesia patrocinadora corresponde a los mensajeros de las iglesias. Pero tal idea es absurda en extremo, porque las dos cosas son totalmente distintas. La iglesia patrocinadora no transporta los fondos, sino que los administra. Los mismos ancianos patrocinadores ocupan "mensajeros", o sea, personal para llevar a cabo la función de su empresa.
B. La descripción de los mensajeros. Obsérvese bien lo que Pablo dice al describir a los mensajeros: son ministros o siervos de las iglesias, designados por las iglesias; ellos llevan "vuestro donativo a Jerusalén" (1 Corintios 16:3). Van (viajan) llevando el donativo (2 Corintios 8:19.
C. Se escogen solos. Pero los ancianos patrocinadores son designados por sí mismos; se escogen solos. Ellos mismo formulan los planes para alguna obra. Ellos son los que solicitan fondos. Los ancianos patrocinadores no son escogidos por las iglesias, ni son enviados por las iglesias. Ellos se escogen a sí mismos, y ellos escogen y envían a otros.
D. La iglesia patrocinadora moderna no tiene nada que ver con los mensajeros de las iglesias del siglo primero.
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