El Cristo Desechado (2)

V. ¿Por Qué Fue Rechazado?

    A. Por causa de su pobreza, su humildad. Isa. 53:2, "Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos". El des­dén o desprecio fue causado en parte por lo humilde de Jesús, lo pobre de su estado y condición aquí en la tierra. El apareció como "raíz de tierra seca"

    B. Juan 1:46, "¿De Nazaret puede salir algo de bueno?"

    C. Sus apóstoles eran ¡galileos! Para los judíos los galileos eran pueblo inculto. Dijeron a Pedro, "Eres galileo, y tu ma­nera de hablar es semejante a la de ellos" (Mar. 14:70); "tu manera de hablar te des­cubre" (Mat. 26:73).

    D. El nacimiento de Jesús en pesebre, su residencia en Nazaret, y su identidad como galileo, no identificaron a Jesús como hombre grande e importante ante los ojos de los judíos. Así se cumplió Isa. 53:2.

    E. Además, su evangelio se predicaba sin "palabras persuasivas de humana sabiduría", y algunos hombres decían (y dicen) que es locura (1 Cor. 1:21; 2:4). Pero léase 1 Cor. 1:26-29 para ver y en­tender por qué Dios escogió y utilizó lo humilde.

    F. 2 Cor. 8:9, con su pobreza somos enrique­cidos. Nació en pesebre, era siervo de hombres, no tenía hogar (Mat. 8:20). Vivió de la benevolencia de sus amigos (Luc. 8:2, 3). "Se despojó a sí mismo". (Fil. 2:5-8). No dejó de ser Dios. No se despojó de los atributos divinos (es imposible que haga esto), sino "se despojó" como Pablo explica al tomar la forma de hombre y siervo de hombres. No buscó los honores altos en el mundo. No convivió con reyes y príncipes, sino con los pobres y humildes. No exigió para sí mismo las dignidades y prerrogativas de los líderes civiles y religiosos de su tiempo. Dijo, "Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve" (Luc. 22:27). "Por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis en­riquecidos" (2 Cor. 8:9). ¡Qué propósito más noble y sublime! Pero por esta hu­millación Jesús fue menospreciado y hasta la fecha muchos hombres siguen menos­preciándolo. No solamente los seculares que se glorían en la sabiduría humana, sino también los mismos hombres "religiosos":

        1. ¿Qué tiene en común con esta humildad de Jesús el sistema católico-romano? ¿Qué comparación puede haber entre Jesús y el llamado "Papa"?

        2. Los falsos "Testigos" de La Ata­laya desprecian la humildad de Cristo, hablando de ella para probar la inferiori­dad de El. Dicen que Cristo es una mera criatura, y no Dios Todopoderoso. ¡Blasfeman a Cristo.

        3. Algunos hermanos en Cristo -- hermanos que profesan ser "conservadores" -- afirman que Jesucristo se despojó de sus atributos divinos (omnipotencia, omnisciencia, etc.) cuando llegó a ser hombre. Ellos tuercen lo que Pablo afirma en Fil. 2:7 como lo hacen los "Testigos". Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Heb. 13:8); es in­mutable, no puede cambiar. Es eterna­mente Dios el Hijo. Llegó a ser carne (Juan 1:14) pero en El habitaba la pleni­tud de la deidad corporalmente. Era Dios y hombre. Desde luego, la mente finita no puede comprender las cosas infinitas, pero si podemos aceptarlas por fe.

        4. Todo grupo religioso que se gloría en sus grandes y costosos templos o en muchas otras cosas aparte de la cruz de Cristo. Desprecian su humildad.

    G. El evangelio es sencillo. El plan de sal­vación es sencillo. La iglesia es un arreglo muy sencillo. El culto es sencillo y comple­tamente espiritual. El gobierno de la igle­sia local es sencillo (y Cristo es el único gobierno de la iglesia universal). Pero la gran mayoría de los hombres religiosos no están contentos con la sencillez del arreglo divino y se atreven a hacer grandes cam­bios para agradarse a sí mismos.

VI. Fue Rechazado Porque Dijo Ser El Hijo De Dios.

    A. Dijo ser mayor que Abraham, mayor que Moisés, mayor que los profetas. Véanse Juan 5:18; 8:52, 53; 10:31-33

    B. Decían, "Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís"? Jn. 10:20.

    C. Pero Cristo sí es el Hijo de Dios; es decir, Cristo es Deidad. Es Dios el Hijo. Posee todos los atributos de la Deidad: es eterno, es todopoderoso, es omnipresente, es omnisciente, es el Creador, y perdona pecados. Su nombre es "Emanuel", Dios con nosotros.

    D. Es llamado Dios en varios textos: Rom. 9:5; Tito 2:13; 2 Ped. 1:1.

    E. El nombre, "Hijo de Dios", se usa al hablar de Cristo para indicar que es de la misma naturaleza, naturaleza divina. Jesús nació de mujer y fue llamado "el Hijo del Hombre" (es decir, tenía naturaleza hu­mana). Pero cuando llegó a ser hombre, no dejó de ser Dios. Aceptó la forma hu­milde de hombre (Fil. 2:6), pero siguió siendo Dios. Por lo tanto, podía perdonar pecados cuando estuvo aquí en la tierra (y solamente Dios puede perdonar pecados). Fue adorado (y solamente Dios es ado­rado, Mat. 4:11).

    F. Pero los judíos se escandalizaban. No podían creer que algún hombre podía ser Dios. No comprendían y no querían com­prender la encarnación de Cristo. Tam­poco querían entender la muerte vicaria de Cristo.

VII. Fue Rechazado Porque Se Hizo Amigo De Los Pecadores.

    A. Ya hemos visto lo humilde del nacimiento de Jesús, y que fue criado en el pueblo despreciado llamado Nazaret. En­tonces escogió a unos pescadores de Galilea para ser sus apóstoles. También escogió a un publicano, aunque los publi­canos eran odiados por los judíos porque cobraban impuestos por los romanos. Al entrar en su ministerio público, Jesús se asociaba con los publicanos y pecadores. Esto también servía de tropiezo para los judíos debido a sus conceptos erróneos del Mesías.

    B. Jesús respondió a sus críticas (Mat. 9:9-13), explicando que los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos, y "Misericordia quiero, y no sacrificio". Los judíos creían que sus sacrificios y otros servicios eran aceptables no obstante su falta de amor y compasión.

    C. Jesús se asociaba con los pecadores para salvarles de sus pecados y para ser buen ejemplo para ellos, para guiarles a la luz y sacarlos de las tinieblas. Si Cristo no es Amigo de pecadores, no hay esperanza para nadie en el mundo, porque todos hemos pecado (Rom. 3:23).

VIII. Cristo enseñó sobre la verdadera grandeza.

    A. Mat. 18:1-4; 20:20-28. Esto fue otro golpe fuerte contra el orgullo y la ambición de los judíos

    B. Mat. 23:5-7, 25-28. Jesús denunció la "religión" externa, y los propósitos carnales.

IX. Jesús Fue Cru­cificado Porque Reprendió Los Pecados Y Sobre Todo La Hipocresía De Los Líderes De Los Judíos.

    A. Jesucristo, sin temor y sin hacer acepción de personas, denunció se­veramente la hipocresía y toda forma de iniquidad practicadas por los judíos. Es muy evidente en las narraciones bíblicas que la muerte de Jesús resultó del odio y de la envidia de los mismos líderes judíos (Mat. 27:18, Pilato "sabía que por envidia le habían entregado").

    B. En varias parábolas Jesús describió cómo El era rechazado por los judíos (véase, por ejemplo, la parábola de los labradores malvados, Mat. 21:33-45; el ver. 45 dice, "Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos"; es decir, Jesús mismo les habló de antemano de lo que ellos harían con El.

    C. Mat. 23 contiene los siete "ayes", y en seguida Jesús predice la destrucción de Jerusalén. Dice en Mat. 26:2, "Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado".

Conclusión:

    A. El profeta Isaías (cap. 53) habla del Mesías (el Cristo) como "despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimen­tado en quebranto ... menospreciado ... azotado ... herido ...  abatido". El vio el fu­turo y escribió de lo mismo como si hu­biera sido historia. (Cristo fue entregado por el determinado consejo de Dios, Hech. 2:23).

    B. Hemos estudiado algunas de las causas: (1) su pobreza y humildad; (2) porque dijo ser el Hijo de Dios; (3) porque se hizo Amigo de los pecadores; (4) porque quiso humillar a los hombres, enseñando que la grandeza verdadera se ve en los niños; y (5) porque reprendió duramente los pecados y la hipocresía de los líderes de los judíos.

    C. Debemos aprender lecciones valiosas de este estudio de las causas por las que Jesús fue rechazado. ¿Hemos apren­dido estas cosas o estamos en peligro de rechazarlo nosotros mismos? Los que no aprenden lecciones de la historia están en gran peligro de repetir los mismos errores de otros.

    D. Dice Pilato: "¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?" (Mat. 27:22). Judas dijo, "Yo lo entregaré por treinta piezas de plata". Pedro dijo, "Yo le negaré para salvar mi propia vida". Los discípulos lo desampararon. Los judíos gritaron, "¡Crucifícale! ¡Crucifícale!" ¿Qué decimos nosotros de El?  ¿Qué dirá El de nosotros? ¿Qué hará El con nosotros?

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