¿Pueden echar fuera demonios?

          Algunos suponen que un requisito del verdadero evangelista es que tenga autoridad para echar fuera demonios, pero en la actualidad no hay endemoniados como los del primer siglo porque ahora nadie tiene el poder que poseían Cristo y los apóstoles para echarlos fuera.

          Los demonios entraron sin el permiso de su víctima para atormentarla física y mentalmente. En Mateo 15:22 la palabra "endemoniada" se traduce "atormentada por un demonio". Aun tomaron posesión de animales (Marcos 5:13). Los resultados de la posesión demoníaca fueron muy tristes: los endemoniados quedaron mudos (Mateo 9:33); ciegos (Mateo 12:22); sordos (Marcos 9:25); y aun salvajes (Mateo 8:28). Marcos 5:2-4 describe un endemoniado que "tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar". Ahora no hay endemoniados con poderes sobrenaturales. No hay endemoniados ciegos, sordos y mudos. No hay demonios que echen sus víctimas en el agua y en el fuego (Mateo 17:15). Ese fenómeno simplemente no existe ahora.

          Los demonios no hicieron pecar a sus víctimas. Hicieron toda clase de daño físico y mental pero no podían obligar o forzar a sus víctimas a pecar. Eso no fue la naturaleza de la posesión demoníaca. Muchos creen que hay endemoniados ahora y hablan de Adolfo Hitler, de Carlos Manson y de criminales en general; se habla de vicios, adicciones y perversiones y se afirma que detrás de todo esto hay una compulsión inexplicable y que, por eso, muchos están endemoniados. Pero esto es comparar manzanas con naranjas. En el primer siglo los demonios hacían daño físico y mental sin el permiso de la víctima mientras que ahora Satanás hace daño físico, mental y espiritual, con el permiso de su víctima.

          Los que están bajo el poder del diablo son exactamente como Judas: "Satanás entró en él" (Juan 13:27) pero entró con el permiso de Judas. Le dio entrada. También Ananías: "¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo?" (Hechos 5:3). Satanás llenó su corazón porque Ananías se lo permitió. Todos pecan porque quieren pecar. Nadie nace pecador y nadie nos obliga a pecar. Nadie es forzado por el Espíritu Santo a obedecer y nadie es forzado por Satanás a pecar.

          Dios permitió que Satanás tuviera ese poder en el primer siglo para que cuando Cristo y los apóstoles echaban fuera los demonios, esto demostró ampliamente la superioridad del poder de Dios. Este milagro fue muy impresionante. Al verlo la gente siempre quedaba asombrada y admirada del poder de Jesús y sus apóstoles. Tales milagros probaron la Deidad de Jesucristo (Juan 20:31) y confirmaron la predicación de los apóstoles (Marcos 16:20; Hechos 14:3; Hebreos 2:3).

          Jesús dice (Mateo 7:21-23), "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad". Los que dicen que echan fuera demonios en el nombre de Jesús deben tomar muy en serio este texto, porque los que dicen que echan fuera demonios no son aprobados por Cristo.

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