Estas Señales Seguirán A Los Que Creen

Introducción. Véase Marcos 16:17-20

A.      "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán" (Marcos 16:17,28).

B.      Todos los que profesan hacer milagros hoy día emplean este texto; mejor dicho, lo tuercen y lo aplican mal. Lo citan para dar aparente apoyo a sus prácticas engañosas (2 Tes. 2:9), y la gente que no estudia la Biblia se deja engañar.

I. El Contexto.

A.      Es imperativo que se estudie el contexto de cada pasaje. El contexto significa los versículos que preceden y siguen al texto bajo consideración. El que no hace caso del contexto no puede esperar interpretar correctamente el texto estudiado.

B.      ¿Quiénes son "los que creen"? ¿Todo creyente? Nadie lo cree. Nadie cree que todo creyente puede hacer milagros. Ni todo creyente del primer siglo hacía mila­gros, mucho menos todo creyente ahora.

C.      Entonces si la palabra "creyente" está limitada y no incluye a todo creyente, ¿a quién se refiere? El contexto nos dice.

D.      Obsérvese que Cristo se dirige a los apóstoles, desde el ver. 14: "Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su in-credulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado". Jesús reprendió la incredulidad de los apóstoles, porque éstos no habían creído a los que le habían visto resucitado. Les reprendió por no creer. Los apóstoles mismos tenían corazones duros. Aunque eran apóstoles de Cristo no siempre podían hacer milagros (véase Mat. 17:19,20, "¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe".)

E.       Al dar la gran comisión en los vers. 15,16, Cristo habla de "El que creyere ... El que no creyere", y entonces vuelve a hablar de "los que creen", dando a entender que si vencieran su incredulidad harían estas obras. El libro de "Hechos" revela que los apóstoles sí dejaron de ser incrédulos y, por lo tanto, pudieron hacer grandes señales.

F.       El ver. 20 dice, "predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confir­mando la palabra con las señales que la seguían". ¿Cristo ayudó a quiénes? A los apóstoles.

II. La Gramática.

A.     No es posible, según las reglas de gramática, aplicar la palabra "los" del ver. 17 al pronombre singular "el" del ver. 16. Las palabras "los" y "les" y los verbos plu­rales de los vers. 17 y 18 se refieren a los apóstoles ya mencionados en los vers. 14, 15, versículos que dicen "los", "ellos", "les".

B.     Estas palabras son pronombres que se refieren al antecedente "los once". Marcos no dice que "estas señales seguirán al que cree".

III. Los Apóstoles Incrédulos.

A.     Los que no creyeron eran los mismos apóstoles. Mat. 28:16,17, "Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban". Tomás dijo, "Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré" (Jn. 20:25).

B.     Cristo "después de haber padecido se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios" (Hech. 1:3). Las mujeres "volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once y a todos los demás ... dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecía locura las palabras de ellas, y no las creían" (Luc. 24:9-11). Con razón Jesús les reprendió. Con razón dijo "Y estas señales seguirán a los que creen". La promesa, pues, fue ésta: si ustedes se convencen, si vencen la incredulidad, si en verdad creen, podrán hacer milagros. Si no, no.

IV. Los Versículos 19, 20.

A. Algunos dejan de leer el texto al completar el ver. 18. Pero los vers. 19, 20 explican en forma bien clara quiénes son "los que creen" del ver. 17: "Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor, y confirmando la palabra con las señales que

la seguían. Amén". Otra vez leemos pronombres plurales: "les", "ellos", y sin duda se refieren a los once apóstoles, los que fueron comisionados para predicar el evangelio.

B.   Estos apóstoles eran los que necesi­tarían las señales para confirmar la predicación de ellos. Léanse con cuidado Hech. 14:3; Heb. 2:3,4.

C.  Los apóstoles sí vencieron su incredulidad. El Señor sí les ayudó. Las señales sí seguían la palabra predicada por los apóstoles como se observa en los Hechos.

V. Todo Creyente No Hizo Milagros, Ni Siquiera En El Primer Siglo.

A.     En Hech. 8:12 aprendemos que los samaritanos creyeron y fueron bautizados pero ¿hicieron milagros? ver. 16.

B.     ¿Fueron sanados todos los enfermos en el primer siglo? 1 Tim. 5:23; 2 Tim. 4:20.

C.     Estos y otros muchos textos nos ha­cen ver la naturaleza especial y limitada de las señales. No todo creyente hizo milagros; por lo tanto, Mar. 16:17-18 no lo promete.

D.     La palabra "señal" quiere decir que los milagros indicaban que Dios estaba con los apóstoles y otras personas inspiradas. Una "señal" decía algo. Era para convencer a los incrédulos (1 Cor.14:22). Sirvió como "documentación" como credenciales) para los apóstoles (2

or. 12:12).

E.      Jesús reprendió a los que sólo querían llenar sus estómagos y no reconocían que sus milagros eran "señales" de Su deidad (Jn. 6:26; 20:30,31).

 

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