Ley de Moisés
Algunos detalles sobresalientes de la ley de Moisés
1. Antes de la ley de Moisés había ley. Siempre ha habido ley: para Adán (Gén. 2:17), Noé (Gén. 6:14), Abraham (Gén. 12:1). Pablo habla de los que no estaban bajo la ley de Moisés, Rom. 2:14, 15. Esa ley se llamaba la ley patriarcal, porque el padre de la familia era como el sacerdote, Job 1:5.
2. La ley de Moisés se revela en el Antiguo Testamento comenzando con Exodo 20.
3. Fue entregada al pueblo de Israel, Gén. 12:1-3; Ex. 31:16, 17; Deut. 5:2, 3.
4. Para preservar el conocimiento del Dios Vivo, Gén 6:5, 6, 17.
5. Por medio de este pueblo Dios envió al Salvador al mundo, Gál 3:24.
6. Jesús nació bajo la ley de Moisés, Gál 4:4; la guardó sin pecar, 1 Ped 2:22; y al morir Cristo clavó la ley de Moisés a su cruz, Col. 2:14. Cristo vino para cumplir la ley de Moisés, Mat 5:17; Luc 24:44. Dicen algunos, “Si Cristo quitó la ley de Moisés, ¿se puede matar, robar, adulterar, etc.?” Claro que no, porque el Nuevo Testamento condena tales prácticas.
7. Iglesias humanas quieren algunas prácticas de la ley de Moisés:
-- Música instrumental, Sal 150; 2 Crón 29:25,26; pero el Nuevo Testamento dice “cantar”, Efes. 5:19; Col. 3:16.
-- Guardar el sábado, Ex. 20:9-11; Núm. 15:35,36; pero Deut. 5:15 dice al pueblo de Israel, “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo”. Los cristianos no lo guardan; más bien adoramos a Dios el primer día de la semana porque en este día Jesús resucitó de entre los muertos.
-- El diezmo, pero el pueblo de Israel pagaba este impuesto para sostener a los levitas (sus gobernantes -- jueces, magistrados-- y religiosos, Núm. 18:20,21). Nosotros ofrendamos el primer día de la semana, 1 Cor. 16:2. Ahora, aunque el gobierno civil es de Dios (Rom. 13:1), está separado de religión.
-- Bautizo infantil. Se dice que este rito corresponde a la circuncisión al octavo día, pero léase Col 2:11-13 (el bautismo es sepultura en agua no de los infantes, sino de los creyentes penitentes).
-- Sacerdotes. Iglesias humanas tienen sacerdotes, basándose en el sacerdocio levítico, pero 1 Ped 2:5; Heb 13:15; Fil. 4:18 (todo cristiano es sacerdote).
-- Reino terrenal, lo que los judíos esperaban, pero Jn 18:36.
-- Quemar incienso, Ex 30:34-38; pero el incienso que Dios quiere ahora es la oración, Apoc. 5:8.
-- Templo ornato, pero el templo ahora es la iglesia, 1 Cor. 3:16.
8. Todos los tipos, sombras y figuras de la ley de Moisés (Heb 7:12; 8:5; 9:9), como también las profecías acerca de Cristo (Isa 7:14; 53, Salmo 2, 22, 110), fueron cumplidos por Cristo (Luc. 24:44, 45). Por eso, no estamos bajo la ley de Moisés, Heb 7:12, sino bajo la ley de Cristo, 1 Cor 9:21.
9. Debemos estudiar el Antiguo Testamento, Rom 15:4; 1 Cor. 10:6; Heb 11, etc. para ver cómo Dios trataba con el hombre, pues El no cambia (Mal 3:6). También para ver que los bendecidos por Dios pueden caer, 1 Cor 10:11,12. El Antiguo Testamento contiene grandes lecciones sobre la obediencia, fe, fidelidad, mansedumbre, paciencia, etc. Véanse Mat 12:40 (Jonás); Jn 3:14 (serpiente); 1 Ped 3:21 (Noé); Esteban relató la historia de Israel (Hech 7, rebelión de los judíos); Pablo relató la misma historia (Hech 13).
10. Moisés mismo dice que todos deben escuchar a Cristo, Hech 3:22, 23.
11. Por lo tanto, no conviene buscar en el Antiguo Testamento para encontrar el plan de salvación, el culto de la iglesia, la organización y obra de la iglesia, etc.
12. ¿Por qué no es el ladrón en la cruz un ejemplo de conversión? Porque él vivió y murió bajo la ley de Moisés. Recuérdese que Cristo mismo vivió bajo la ley de Moisés y durante su vida aquí en la tierra El perdonó a ciertos pecadores de acuerdo a su voluntad, Luc 7:47-50; 23:39-43; Mat 9:2-6. Los ejemplos de conversión que debemos imitar nosotros se encuentran en Hechos de los Apóstoles.
13. ¿Cuándo está en vigor un testamento? Heb 9:15-17; Mat 28:18.
14. La ley de Moisés no es, pues, nuestra guía ahora, Jn. 1:17; 16:13.
15. Nosotros no seremos juzgados por la ley de Moisés, sino por la ley de Cristo, Jn 12:48.
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