1 Corintios 13, El Amor (Agape)
Introducción.
A. El Camino más excelente. En el capítulo anterior (1 Cor. 12) Pablo explica que la iglesia es el cuerpo de Cristo y dice que cada miembro del cuerpo es importante. La función de cada miembro es necesaria. En los v. 7-10 menciona nueve dones del Espíritu, pero parece (según lo que dice en el cap. 14) que el don de lenguas sobresalía en la estima de algunos miembros. Pero Pablo explica que como había apóstoles y profetas y maestros, también había una variedad de dones y funciones en la iglesia. Todo miembro era importante. Toda función era importante. No les convenía menospreciar a ningún miembro. No debe haber desavenencia en la iglesia, sino que todo miembro debe preocuparse por los demás miembros (v. 25-27). Concluye diciendo (v. 31), "Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente". Este camino es el amor.
B. La necesidad de esta enseñanza. La iglesia de Corinto necesitaba urgentemente la enseñanza de Pablo sobre el amor. El primer capítulo describe la división que existió. En el cap. 3 les llama "carnales" y dice que había entre ellos "celos, contiendas, y disensiones" (v. 1,3). El cap. 6 describe otros problemas que había entre ellos, y también el cap. 11 describe una conducta nada hermanable con respecto a su abuso de la cena del Señor (v. 21). Pero igualmente esta enseñanza se necesita en la iglesia de hoy. Por todo lado se oye de problemas, disgustos, escándalos y divisiones. Dentro de edificios que llevan el rótulo "Iglesia de Cristo" se llevan a cabo juntas que casi se convierten en lucha libre. Se predica mucho sobre la necesidad de respetar la autoridad de las Escrituras, y de seguir el patrón bíblico, pero los textos "Unos y Otros" escapan la noticia de muchos hermanos. El deporte predilecto de varios hermanos evangelistas es lanzar acusaciones para destruir a otros evangelistas y lo absurdo es que todos predican la misma doctrina.
I. El Amor es Superior.
A. Superior a las lenguas. El amor es superior a las lenguas de los hombres tan estimadas por algunos corintios, y aun a las lenguas del cielo mismo. El lenguaje humano o angélico, por importante o exaltado que sea, es "como metal que resuena, o címbalo que retiñe" (un ruido sin significado) si no hay amor. Lo que edifica el cuerpo de Cristo no es la lengua elocuente, sino el amor sincero. La voz del amor es música dulce para los oídos de Dios.
B. Superior a los dones. Sin duda alguna los dones espirituales eran importantes, porque por medio de ellos se revelaba, se confirmaba y se enseñaba la voluntad de Dios. Los que poseyeron la fe milagrosa (la que podía mover montañas, Mat. 17:20) sanaron enfermos e hicieron otras maravillas para confirmar la palabra y avanzar la obra, pero estos dones no valían nada si no había amor. Si no había amor ¿con qué propósito se utilizaban? Los hermanos que fueron motivados por el amor usaron los dones para la gloria de Dios, para salvar almas y para edificar la iglesia.
C. Superior a los sacrificios personales. Es muy posible hacer sacrificios personales y practicar toda clase de benevolencia con propósito malo (Mat. 6:1-18). Los "testigos" del Atalaya son perseguidos en varios países. ¿Son, por eso, aceptados por Dios? Muchas religiones falsas tienen sus mártires. Si ofreciéramos el cuerpo para ser quemado como hicieron los jóvenes hebreos (Daniel 3), sería completamente inútil si no fuéramos motivados por el amor bíblico. No hay nada que pueda sustituir el amor. Es indispensable. Dice Pedro, "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrir multitud de pecados" (1 Ped. 4:8).
II. Las Cualidades y la Conducta del Amor.
A. Como persona. 1 Cor. 13:4-7 describe la "conducta" del amor verdadero. Pablo presenta el amor como si fuera una "persona". Al leer este texto nos conviene sustituir la palabra "amor" con el nombre nuestro. ¿Cómo es el amor verdadero? ¿Cómo es usted, cómo soy yo? Obsérvese también que cuando Pablo describe el amor, todas las características o cualidades nombradas tienen que ver con nuestra relación unos con otros.
B. Es sufrido. "Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". "Makrothumeo, ser paciente, sufrido, soportar, lit., tener largura de ánimo .. makrothumia, la longanimidad es aquella cualidad de dominio propio frente a la provocación que no toma apresuradas represalias ni castiga con celeridad; es lo opuesto a la ira, y está asociada con la misericordia". Prov. 16:32, "Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad". La persona sufrida tiene mucha paciencia con personas que no son razonables. 2 Ped. 3:15, "Tened entendido que la paciencia (longanimidad) de nuestro Señor es para salvación". Por lo tanto, "con toda humildad y mansedumbre soportándoos con paciencia (longanimidad) los unos a los otros en amor". Véanse también Col. 3:12,13; 2 Tim. 4:2.
C. Es benigno, el amor activo. "Chrestotes .. una disposición benigna de corazón, o de bondad en los hechos .. no meramente bondad como una cualidad, sino la bondad en acción, una benignidad que se expresa en actuaciones concretas". Jesús dedicó su vida a los actos de bondad. "Este anduvo haciendo bienes" (Hech. 10:38). "Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y ser vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque ‚él es benigno para con los ingratos y malos" (Luc. 6:35). El buen samaritano es un buen ejemplo de la benignidad (Luc. 10). "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Ef. 4:32). Véase Col. 3:12. Hay muchos bautizados que no son benignos.
D. No tiene envidia. "Zeloo denota ser celoso, movido a celos, Hch 7:9, movidos por envidia; 1 Co 13:4". Hay otra palabra que se traduce "envidia": "Phthonos, envidia, es el sentimiento de disgusto producido al ser testigo u oír de la prosperidad de otros". Esta segunda palabra significa "la envidia que desea privar al otro de lo que tiene, en tanto que el celo desea poseer lo mismo". Es obra de la carne (Gál. 5:20), y evidencia de la carnalidad (1 Cor. 3:3). "Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación (confusión) y toda obra perversa" (Sant. 3:16). ¿Cuántos se sienten descontentos y aun mortificados por la prosperidad y otras ventajas de sus propios hermanos en Cristo? No quieren obedecer Rom. 12:15. Y ¿cuántos predicadores son envidiosos? ¿Cuántos directores de cantos y maestros? Sin lugar a dudas este problema ha dividido muchas iglesias y entre los más culpables son los mismos hermanos que predican y enseñan. La rivalidad entre hermanos es carnal. Si algún hermano puede predicar o cantar mejor que otro, o si tiene más entrenamiento o más dinero, entonces que su servicio superior y sus recursos mayores sean para la gloria de Dios. Recuérdense los ejemplos de envidia: los hermanos de José, el hermano mayor del hijo pródigo, los judíos que crucificaron a Jesús y persiguieron a los apóstoles (Mat. 27:18; Hech. 5:17,18; 13:45; 17:5). El amor verdadero (el cristiano verdadero) no tiene envidia.
E. No es jactancioso, no se envanece. Aunque pudiera hablar en lenguas no se jactaba, no se envanecía. "Phusioo, hinchar, se usa .. de hincharse de orgullo, 1 Co 4:6, 18,19; 5:2; 8:1; 13:4; en Col 2:18 se traduce 'hinchado'". Había problema serio de esto en la iglesia en Corintio. No obedecieron la enseñanza de Rom. 12:3, "que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura". Les preguntó Pablo, "Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?" (1 Cor. 4:7). Aun los apóstoles cayeron en la tentación de querer elevarse unos sobre otros (véase Mat. 18:1-4; 20:20-25; Luc. 22:24-27). Uno de los requisitos para ser anciano tiene que ver con esto (1 Tim. 3:6). Recordemos siempre que "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu" (Prov. 16:18). Por estar envanecidos algunos hermanos no quieren confesar sus faltas unos a otros (Sant. 5:16). "Estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo" (Fil. 2:3).
F. No hace nada indebido. "No se porta indecorosamente" (La Biblia de las Américas). Nunca es vergonzosa su conducta. "He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza" (Apoc. 16:15). Rom. 13:13, "Andemos como de día, honestamente" (decentemente, BAS), "no en contiendas y envidia". 1 Tes. 2:12, "y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios"; 4:12, "a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada". Efes 5:3,4, ".. como conviene a santos". Los que tienen verdadero amor no practican cosas indecentes o indecorosas, que no convienen, que no son apropiadas para el cristiano. El amor no se porta indecorosamente.
G. No busca lo suyo. No es egoísta. El egoísmo es la causa de muchos pecados. Es el pecado que podemos ver fácilmente en otros pero difícilmente lo vemos en nosotros mismos. (Un famoso juez dijo, "Lo que el gobierno hace por nosotros se considera progreso social, pero lo que el gobierno hace por otros se considera socialismo"). Rom. 15:1-3, "los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo". 1 Cor. 10:24, "Ninguno busque su propio bien, sino el del otro". Fil. 2:4, "no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros"; 2:21, "porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús". Jesús enseña la abnegación de sí (Mat. 10:39; 16:24). El que tiene verdadero amor dedica su vida (su tiempo, su energía, sus recursos) a la causa de Cristo. 2 Cor. 8:5, "a sí mismos se dieron primeramente al Señor". 2 Tim. 3:1,2, "vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos".
H. No se irrita, no guarda rencor ("no toma en cuenta el mal recibido", BAS). No "lleva las cuentas" de las ofensas para poder recordarlas (para vengarse, o para vivir con amargura y resentimiento). Practica el dominio propio. "Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad" (Prov. 16:32). Si algún hermano quiere ser anciano de la iglesia no puede ser iracundo (Tito 1:7). No siempre se toma en serio el temperamento (genio) fuerte -- aun se bromea acerca del hermano o hermana que se enoja fácilmente -- pero es asunto serio. En esta hermosa descripción de lo que es el verdadero amor Pablo incluye este comentario: "el amor no se irrita". No se provoca. ¿Por qué menciona Pablo la irritación al describir el amor? Porque indica la ausencia del amor. ¿Por qué se irritan tanto algunos hermanos(as)? Por falta de amor. Hay pecados del cuerpo como la fornicación y hay pecados de la disposición como la envidia y el enojo. El "genio pesado" -- el carácter o temperamento fuerte -- destruye más hogares e iglesias que la borrachera. El temperamento o disposición del "hijo mayor" (Luc. 15:29,30) es precisamente el mal que destruye tantas iglesias, porque no hay amor en esa actitud. Las personas envidiosas, orgullosas, egoístas, y iracundas no aman a nadie. Además, es más fácil convertir a los publicanos y rameras que a los tales.
I. No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. No se regocija cuando alguien peca, no halla placer en el pecado de nadie, porque "toda injusticia es pecado" (1 Jn. 5:17). Cristo murió para limpiarnos de toda injusticia (1 Jn. 1:9). Los que poseen el verdadero amor saben que los que practican la injusticia no pueden heredar el reino de Dios (1 Cor. 6:10). "La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia" (Rom. 1:18). ¿Cómo, pues, puede el cristiano gozarse de la injusticia? Al contrario, se abstiene de toda forma de iniquidad (1 Tes. 5:22). La actitud del cristiano se expresa en Sal. 45:7; 119:104. Se goza de la verdad. La compra y no la vende (Prov. 23:23). Ama la verdad (2 Tes. 2:10). Sabe que la verdad nos hace libres (Jn. 8:32).
J. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrir multitud de pecados" (1 Ped. 4:8). El que tiene verdadero amor enseña, exhorta, amonesta y corrige el mal. Practica la disciplina. No "pasa por alto" el pecado en la iglesia como si no existiera. No cierra los ojos al pecado. Pero es paciente, tolerante (2 Tim. 2:24,25). Practica Gál. 6:1-2. Hace esto por no tener m s alto concepto de sí que el que debe tener. No cree que todo el mundo tiene faltas menos él. "Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor .. sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efes. 4:2,32). ¿Soportar cómo? Como Jesús soportó a los apóstoles; como Pablo soportó a las iglesias; como nosotros mismos queremos que otros nos soporten. El amor cree y confía en sus hermanos. Cree lo mejor y no lo peor acerca de ellos. No es sospechoso. También espera lo mejor, espera que crezcan para hacer los cambios que deben hacer.
III. La Permanencia del Amor.
A. El amor nunca deja de ser. Dios es amor (1 Jn. 4:8); por eso, el amor es eterno.
B. Los dones se acabarán. Se mencionan tres pero se incluyen los nueve. Al terminar su propósito de revelar y confirmar la palabra, se acabaron (Mar. 16:20; Hech 14:3; Heb. 2:3).
C. Lo perfecto es el Nuevo Testamento, la revelación completa, en contraste con la revelación incompleta ("en parte conocemos, y en parte profetizamos"). La iglesia estaba en su infancia y necesitaba de dones ("Cuando era niño, hablaba como niño"). Veían "por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara". "Lo perfecto" no es Cristo. El contexto rige, y el tema es revelación, incompleta y completa. La inspiración estaba en los hombres, pero ahora está en las Escrituras.
Conclusión
A. "Os amáis unos a otros". Habiendo estudiado 1 Cor. 13 entendemos mejor el verdadero significado de la palabra "amor". Significa buena voluntad, como ilustrada en 1 Cor. 13:4-7.
B. Es práctico. También se puede ver que el amor es conocido solamente por su acción y no meramente por su profesión.
C. ¿Nos amamos? Si usamos 1 Cor. 13 como explicación del amor, ¿podemos decir que nos amamos? Obviamente muchos no se aman unos a otros, porque en lugar de ser sufridos y benignos, son envidiosos, jactanciosos, soberbios, egoístas, se irritan y guardan rencor. "Examinaos a vosotros mismos" (2 Cor. 13:5).
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