El orfanatorio “mexicano” en  Cherokee, Texas

      En enero de este año (1957) salió un pe­riódico titulado "Cherokee Courier", dando aviso de un orfanato establecido en Cherokee, Texas, bajo la supervisión de los ancianos de la iglesia en ese pueblo. Este orfanato será exclu­sivamente para niños de origen mexicano.

      Contiene artículos escritos por hermanos amados a quiénes estimo en gran manera porque he trabajado con ellos por unos diez o doce años, y es mi deseo seguir trabajando con ellos en lo futuro. Su interés por la obra entre las iglesias de habla hispana es grande y sin­cero, y por lo cual son apreciados por los her­manos de México, Texas, y de todo lugar donde realicen esfuerzos para evangelizar en español. Por su trabajo ellos se han ganado este aprecio. Además, su propósito en colaborar con los an­cianos de Cherokee y otros para la realización de este proyecto -- digo su único propósito --  es bueno. Quieren adelantar la obra; quieren servir a la gente latinoamericana; quieren evangelizar y ayudar a los necesitados.

      Pero la sinceridad no es garantía de que todo lo que se hace será agradable delante de Dios. Todos hemos predicado esta verdad por muchos años. Si vamos más allá de lo que está escrito, andamos errados, por sinceros que seamos. Y abrigo la firme creencia que el acto de establecer con fondos de las iglesias un or­fanatorio -- aunque la mesa directiva sea com­puesta de los ancianos de alguna iglesia --  constituye una digresión de "lo que está es­crito". Es mi propósito en este artículo exponer las razones por las que hago esta afirmación.

      Ancianos sobre una institución humana. ¿En qué texto del Sagrado Volumen se en­cuentra esto? No es cuestión de si los propósi­tos de estos ancianos son buenos o no. Repito que en este esfuerzo están manifestando su gran interés en la obra en la cual yo también me intereso. Pero no estamos estudiando propósitos, sino los hechos del caso. Estos hermanos que eran simplemente ancianos de una iglesia local han llegado a ser una mesa di­rectiva sobre un orfanato, cosa desconocida en la Biblia. Leamos Hechos 20:28, "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor". Dice Pablo, "Mirad por el rebaño; no dice, "Mirad por una organización o institu­ción humana". 1 Ped. 5:1, 2, "Ruego a los an­cianos ... Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella". Un orfanato no es una "grey"; no está "entre vosotros", y no es una iglesia local, sino una ins­titución de toda la hermandad. Pide ayuda a todas las iglesias.

      La Biblia no habla de an­cianos como mesa directiva sobre escuelas, or­fanatos, clínicas, etc. Son puestos por el Es­píritu Santo sobre una sola congregación para apacentar a los miembros de esa congregación y más nada.

      ¿Pueden las iglesias sostener instituciones humanas? ¿En qué texto de la Biblia se halla tal cosa? Las iglesias del Nuevo Testamento no usaron sus fondos para edificar orfanatos y otras instituciones. Según el "Cherokee Courier" (enero, 1957, p. 2), este orfanato es una organización. Tiene su mesa directiva, presidente, vicepresidente, secretario-tesorero y agente de relaciones públicas. Obviamente es institución humana. Pero la iglesia es institu­ción divina, y la ofrenda del primer día de la semana no puede emplearse para establecer instituciones humanas. La iglesia no debe ser cargada con tales arreglos humanos.

      Según algunos hermanos institucionales, si uno se opone a este proyecto, es que no quiere cuidar de los huerfanitos. Tal acusación insinúa que la obra de cuidar de huérfanos no se puede hacer fuera de alguna institución; en otras palabras, insinúan que la gente de Dios no puede hacer su obra sin arreglos humanos.

      Habrá hogar para niños mexicanos. Muchos hermanos fieles han "visitado" a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones (Sant. 1:27). (La palabra "visitar" no significa una visita so­cial, sino "visitar con ayuda"). Muchos her­manos fieles han adoptado niños huérfanos, y otros muchos hermanos están dispuestos a hacerlo. El orfanato no es "hogar", sino una institución. Ya que muchos hermanos quieren adoptar a los huérfanos, ¿por qué establecer instituciones para "cuidar" de ellos? La Biblia no autoriza que las iglesias establezcan tales instituciones. Sant. 1:27 requiere que los cris­tianos ayuden a las viudas que tengan huér­fanos para que puedan criarlos en su propio hogar. Este texto no autoriza, sino condena, el asilo.

      Introducen la cuestión de raza. Muy abier­tamente el problema racial se introduce en esta cuestión. Admiten francamente que los or­fanatos existentes en la hermandad no admiten ("do not presently accept") a los niños his­panos. ¿Qué le parece? Es verdad, pero si yo abogara  por los orfanatos nunca hubiera querido revelar esta vergonzosa verdad. Dicen, "Nuestros orfanatos establecidos no están equipados para hacer frente a (are not equipped to cope with) las necesidades y los problemas de niños mexicanos, y por eso no los aceptan". ¡Qué declaración más carnal! Los hermanos citan Sant. 1:27 frecuentemente para justificar sus orfanatos, pero en los siguientes versículos (Sant. 1:1-13) Santiago condena fuertemente la discriminación contra ciertos hermanos. Además las cartas de Pablo denun­cian fuertemente este pecado afirmando que no hay distinción entre judíos y gentiles, etc. Hech. 10:34, 35 y Rom. 2:11 dicen enfática­mente que Dios no hace acepción de personas. Sin embargo, los hermanos liberales practican la discriminación contra niños mexicanos. En los "orfanatos existentes" no se aceptan y, por eso, establecen un orfanato especial para ellos.

      Hablan de sus "necesidades" y "problemas". ¿Cuáles? El "problema" es simplemente su raza. Son de otra raza y, por esa razón, se prac­tica la discriminación contra ellos. La cuestión de raza está involucrada en la cuestión de es­tablecer instituciones humanas. ¿Por qué? Porque todo el plan es antibíblico. La iglesia es el cuerpo de Cristo, compuesto de judíos, grie­gos, bárbaros, amos, esclavos, ricos y pobres, gente de todo color y de toda raza. Pero en las instituciones humanas que dividen la iglesia hay que practicar la discriminación.

      Establecer orfanatos para la evangelización. Aquí está el propósito principal de los her­manos que establecen orfanatos. Quieren sal­var almas. Pueden convertir mucha gente si es­tablecen orfanatos, clínicas, escuelas, etc. Los hermanos que establecen el orfanato en Cherokee, Texas, saben que de esta manera "niños mexicanos pueden ser criados para ser cristianos". Así dice la propaganda. Esto es su propósito. El orfanato es, pues, otra sociedad misionera, una agencia para evangelizar y sal­var almas.

      ¿No es buena obra salvar almas? Claro, pero Dios nos ha dicho que la iglesia misma debe evangelizar el mundo. 1 Tim. 3:15, "la iglesia de Dios viviente, columna y baluarte de la verdad". En el primer siglo no había ninguna institución aparte de la iglesia y el evangelio fue predicado "a toda criatura que está debajo del cielo" (Col. 1:23). También los cristianos del primer siglo ayudaron a las viudas, a los huérfanos y a muchos hermanos destituidos en Jerusalén y Judea. Hicieron toda la obra que el Señor les encargó, sin organizar ninguna so­ciedad misionera o benévola. El plan de Dios es perfecto. Si fallamos, la culpa es nuestra. Debemos obrar de acuerdo con el plan de Dios en lugar de cambiar el plan.

      En conclusión recordemos los siguientes puntos claves:

      1. Los propósitos. Este estudio no tiene que ver con motivos. Reconocemos que los her­manos que edifican el orfanato en Cherokee, Texas, lo hacen con buenos motivos.

      2. Los ancianos. Los ancianos son her­manos puestos por el Espíritu Santo sobre so­lamente una cosa, una iglesia local, "la grey" de la cual ellos son miembros. No pueden ser mesa directiva sobre alguna institución.

      3. Institución humana. Si queremos tal cosa para educar a nuestros hijos, para publicar li­teratura, etc., que lo hagamos como individuos, y que no sea cargada la iglesia. La iglesia no debe edificar y mantener instituciones hu­manas. La iglesia debe hacer su propia obra y no debe funcionar a través de arreglos hu­manos.

      4. El cuidado de huérfanos y viudas. Los parientes están obligados a cuidar de los suyos (1 Tim. 5:8). Los que tienen viudas deben cuidarlas. La viuda con hijos huérfanos (sin padre) necesita ayuda. Si es cristiana, la iglesia puede ayudarle porque la ofrenda es para los santos pobres, pero los cristianos deben ayu­dar, conforme a su posibilidad, a cualquier fa­milia necesitada (Gál. 6:10). La Biblia no en­seña que la iglesia es obligada a practicar la benevolencia general. Muchos tienen esta idea errónea. Creen que la iglesia debe ayudar a cualquier pobre aunque sea inconverso, pero la Biblia no lo enseña. En cuanto a la ofrenda to­dos los textos dicen que es para los santos. La iglesia no es una Cruz Roja, sino columna y baluarte de la verdad.

      5. La cuestión de raza. Lamentablemente la cuestión de raza se ha incluido en este estudio porque los proyectos de los hermanos liberales no se basan en la sabiduría divina sino en la humana. Siendo humana su sabiduría van al ex­tremo de practicar la discriminación.

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