El ministerio victorioso

2 Corintios 2:14-16

I. Pablo participaba en una procesión de triunfo.

            A. 2 Cor. 2:14, “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús”. Este texto pinta la imagen de un general triunfante con su ejército que regresa de la guerra, trayendo despojos y cautivos.

            B. En tales ocasiones el aire se llenaba con la aroma del incienso que se quemaba y por muchas flores de toda clase que se desparramaban por el camino, pues era una ocasión muy festiva.

            C. Pablo emplea esta figura porque su primera carta dio con el blanco. La voluntad de Dios prevalecía porque el pecado se había corregido. De esa manera las fuerzas de Satanás sufrió derrota.

II. Dondequiera que vaya el evangelio, el conocimiento de Dios se difunde.

            A. 4:6, “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”; 10:5, “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. Aquí en 2 Cor. 2:14 el propagar el evangelio es como difundir una aroma grata.

            B. Efes. 5:2, “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”.

            C. Fil. 4:15, “Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos;  16  pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17  No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.  18  Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios”.

            D. Hay otra hermosa figura en Isa. 11:9. Hablando del resultado de predicar el evangelio el profeta dice, “la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”.

III. Olor de muerte, olor de vida.

            A. 2:15, “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;  16  a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?”

            B. Durante la procesión militar la aroma era “grato olor” para los victoriosos, pero la misma aroma era olor de muerte para los cautivos.

            C. De la misma manera, el evangelio es “buenas noticias” para los que lo obedecen y “malas noticias” para los que lo rechazan. Mar. 16:16, “El que creyere y fuere bautizado serán salvos, mas el que no creyere será condenado”.

            D. El mismo evangelio que suaviza el corazón de algunos endurece a otros. Rom. 9:18, “De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece”.

                        1. Hech. 13:45-48, los judíos se endurecieron y los gentiles obedecieron. El mismo sol que suaviza también endurece.

                        2. Fil. 1:28, “y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios”.

                        3. 1 Ped. 2:7, “Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen,  La piedra que los edificadores desecharon,  Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 8  y:  Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados”. Jesucristo es la principal piedra del ángulo, pero también es piedra de tropiezo.

            E. Jn. 9:39, “Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados”.

IV. Sin embargo, es importante recordar que la obra de los fieles no es en vano.

            A. 1 Cor. 15:58, “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.

            B. Isa. 55:10, “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11  así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”.

Conclusión.

            A. El libro de Hechos registra muchas de las persecuciones de Pablo. Su ministerio, sin embargo, era muy victorioso.

            B. Los oyentes mismos determinan si el evangelio es para ellos olor de vida para vida o si es olor de muerte para muerte.

            C. Pero la obra de predicar el evangelio nunca es en vano.

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