Uso incorrecto de Rom. 14 – Mezclar asuntos de “la fe” con asuntos de opiniones
Cuando se enseña que Romanos 14 tiene que ver con ciertas cosas inocentes y que no tiene que ver con asuntos de error doctrinal y pecado, no faltará quien diga (burlándose), “¿Quién tiene la lista?” (es decir, ¿quién es capaz de distinguir entre los asuntos de “la fe” y las opiniones?) Con esto quieren mezclar opiniones con los asuntos de la fe y los asuntos de la fe con opiniones para causar pura confusión, con el resultado de que errores y prácticas doctrinales sean aceptados bajo la protección de Romanos 14. Esta es la táctica del modernismo y significa que es imposible llegar al conocimiento de la verdad (1 Tim. 2:4). Pablo no escribió este capítulo importante para confundirnos. No lo escribió para abrir las compuertas para la aceptación de toda clase de doctrinas y prácticas erróneas.
Este capítulo no debe citarse para enseñar que somos libres para escoger los asuntos de “la fe” que consiste de: 1) verdades y mandamientos explícitos; 2) ejemplos aprobados; 3) inferencias necesarias. La conciencia no debe ser la guía en asuntos de la fe.
Cena del Señor. Rom. 14 no tiene nada que ver con la cuestión del día en que se debe participar de la cena del Señor. 14:5 dice, “juzga iguales todos los días”, p. ej., los días que habían tenido importancia para los israelitas bajo la ley (como el sábado) o los días que habían tenido importancia para los hermanos gentiles en sus prácticas paganas. Hech. 20:7 revela claramente que los discípulos de Cristo se reúnen el primer día de la cena para participar de la cena. Por eso, no cabe en este asunto ninguna opinión. Tampoco tiene que ver la conciencia de algún hermano débil.
Uso de instrumentos de música en el culto. Durante la controversia sobre este tema a fines del siglo XIX, algunos (p. ej., Moses Lard) contendían que no era correcto usar los instrumentos de música porque violaba la conciencia de algunos hermanos. Es incorrecto usar Rom. 14 de esta manera, porque el uso de instrumentos musicales no está autorizado por el Nuevo Testamento y queda prohibido. Si algo está mandado o prohibido, entonces no tiene nada que ver con Rom. 14.
El divorcio y nuevas nupcias. Este es asunto de “la fe”, porque Jesús enseña claramente en Mat. 5:32; 19:9 que “cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”. No cabe en este capítulo el estudio del uso los instrumentos musicales, las instituciones humanas, la iglesia patrocinadora, porque estos temas deben ser estudiados y resueltos a la luz de las Escrituras que explican la naturaleza, la obra, y la adoración de la iglesia. De la misma manera, la controversia sobre este tema (el matrimonio, el divorcio y nuevas nupcias) debe estudiarse y resolverse, no sobre la base de lo que dice Rom. 14, sino sobre la base de lo que dice Cristo en Mat. 5:32; 19:9 y lo que Pablo dice en Rom. 7:2, 3 y 1 Cor. 7:10-12. Este tema no pertenece en ningún sentido en Romanos 14.
“Un solo pacto”. Algunos hermanos que profesan ser “conservadores” enseñan que no ha habido dos pactos o testamentos (como siempre hemos enseñado), sino un solo pacto. Creen que esta enseñanza debe ser aceptada como opinión; es decir, que no debe afectar la comunión o causar división. Es increíble cuántos errores graves nuestros mismos hermanos inventan y propagan como opiniones. Obviamente la doctrina de “un solo pacto” es errónea, pues niega una de las verdades más básicas de la Biblia. ¿Cómo, pues, aceptaremos tal doctrina como mera opinión?
Los proponentes de esta herejía enseñan que la “cosa indecente” de Deut. 24:1 es la fornicación, y que tanto el fornicario como la parte inocente pueden volver a casarse, y que Cristo confirma esta ley en Mat. 19:9. Este argumento se basa en la teoría de que ha habido un solo pacto y no dos. (El hermano Raymundo González enseña esto). Algunos hermanos enseñan ahora que el pacto con Abraham fue renovado cuando Dios dio la ley a Moisés, otra vez cuando los judíos volvieron de Babilonia (dicen que esto fue el cumplimiento de Jer. 31:31), y luego finalmente cuando Cristo murió en la cruz. Citan Heb. 13:20 que habla del “pacto eterno”, pero la misma carta habla de “eterna salvación” (5:9), “eterna redención” (9:12), “herencia eterna” (9:15), etc., porque bajo el Antiguo Testamento había muchas bendiciones terrenales y temporales, por ejemplo, la redención de Israel de Egipto. También había redención provisional de los pecados (10:4). Había un sacerdocio temporal. Por lo tanto, había un pacto temporáneo o provisional (la ley de Moisés) y después el pacto eterno por medio de Cristo. Dice Heb. 10:9, 10, “quita lo primero, para establecer esto último”.
Según la doctrina de “un solo pacto,” Cristo sólo clavó el pecado en la cruz, y no la ley de Moisés. Dicen que las cosas nombradas en Col. 2:12-16 (comida, bebida, días de fiesta, luna nueva) fueron cumplidas en Cristo, pero no quieren admitir que fueron clavadas en la cruz. Pero ¿qué fue clavado a la cruz? “El acta de los decretos”. El texto paralelo, Efes. 2:14, 15, dice “la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas”. La conclusión ineludible es que la ley fue clavada a la cruz. También es obvio que la “pared intermedia de separación” fue esta ley de los mandamientos expresados en ordenanzas” (la ley de Moisés). Estos hermanos argumentan como los sabatistas que dicen que Cristo sólo quitó la ley ceremonial.
Rom. 7:1-4 dice que las cristianas judías no podían tener dos maridos al mismo tiempo, que tuvieron que morir al primer marido (la ley de Moisés) antes de poder casarse con Cristo. Los que quieren vivir bajo la ley de Moisés y también bajo la ley de Cristo cometen adulterio espiritual. ¿De qué ley habla? El v. 7 explica: fue la que dice, “no codiciarás”, uno de los diez mandamientos.
Dicen que Cristo enseñó los diez mandamientos, y aun el día de reposo porque El mismo es nuestro reposo, pero si Cristo hubiera enseñado los diez mandamientos, habría prohibido que los miembros de su iglesia dejaran de trabajar los sábados.
Estos hermanos son como los adventistas y también como los mormones en su trato del libro de Hebreos, pues este libro no habla de un solo pacto siendo renovado dos o tres veces, sino que claramente habla de dos pactos. Enfatiza que el antiguo pacto fue quitado y reemplazado por el nuevo pacto.
Enseñan esto para probar que Dios siempre ha tenido una sola ley moral, desde la creación hasta el presente. Dicen que Cristo no murió para quitar la ley y para darnos una nueva ley, porque El enseñó la misma cosa que Moisés, que lo que Moisés enseñó sobre el matrimonio, el divorcio y segundas nupcias Cristo también lo enseñó. Sin embargo, Mat. 5:32; 19:9, Jesús dice, “Pero yo os digo” algo diferente.
Enseñan erróneamente que bajo la ley de Moisés (Deut. 24:1-4) las dos partes podían volver a casarse. Dice La Versión Septuaginta (que es la versión griega del AT) que traduce correctamente el texto hebreo), “Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable (lit., no halla gracia ante sus ojos) porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa, 2 y ella sale de su casa y llega a ser mujer de otro hombre; 3 si el segundo marido la aborrece y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa, o si muere este último marido que la tomó para ser su mujer, 4 al primer marido que la despidió no le es permitido tomarla nuevamente como mujer, porque ha sido menospreciada (Lit. manchada); pues eso es abominación ante el Señor. No traerás pecado sobre la tierra que el Señor tu Dios te da por heredad”. Es decir, esa práctica (al igual que la poligamia) ya existía, y, por eso, Dios pone esta restricción sobre la práctica.
La Biblia de las Américas traduce este texto correctamente. Dice la misma cosa que la Septuaginta. Por eso, aparte del error de hablar de un solo pacto, también están errados en su uso del texto mismo (Deut. 24:1-4), pues sólo dice “si” esto sucede y “si” esto sucede, entonces el primer marido no puede volver a tomarla por mujer.
¿Cuál será la próxima herejía? ¿Qué hermanos de renombre tomarán la delantera en arrastrar discípulos tras sí? Entre los hermanos que promueven el institucionalismo hay problemas serios sobre el papel de la mujer, sobre el uso de instrumentos de música y aun sobre el bautismo para perdón de pecados.
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