Conclusión:

A. Mucho cuidado con los que profesan ser "conservadores". Esta palabra comenzó a usarse para identificar a los que se oponían al institucionalismo y toda forma de centralización. Pablo dice (2 Tim. 1:13), "Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús". Retener (conservar) la forma (el patrón) de la sana doctrina. Es lo que se debe hacer. Sin embargo, hay otras cuestiones muy importantes aparte del institucionalismo: p. ej., errores sobre el divorcio y nuevas nupcias; errores sobre la Deidad de Cristo; errores sobre los días de la creación; y errores sobre la aplicación de Rom. 14 (tener comunión con los que enseñan y practican error porque éstos profesan ser "conservadores").

B. Aunque lo nieguen, los que afirman que los días de la creación no fueron literales quieren armonizar la Biblia con la evolución. Dicen que creen Gén. 1 y que rechazan la evolución, pero no creen lo que Gén. 1 dice, y sí creen en la evolución, no la evolución orgánica, sino la evolución de la creación inanimada (el universo incluyendo la tierra).

C. La tabla o columna geológica y la evolución son gemelos. La tabla depende de la evolución y la evolución depende de la tabla. Nos dicen la edad de las tablas por los fósiles que se encuentran en ellas, y nos dicen la edad de los fósiles por las tablas donde se encuentran.
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D. Los actualistas (uniformitarians) no pueden explicar los estratos de la superficie de la tierra, pero un cataclismo (el diluvio de Noé) sí los puede explicar. Gén. 7:17-24 describe ampliamente la catástrofe que tuvo un impacto incalculable sobre los continentes, océanos y mares, montañas y valles, y toda la superficie de la tierra. Los que dicen que esto fue un diluvio local simplemente niegan la Biblia (Gén. 7:19,20). El apóstol Pedro se refiere a este cataclismo (2 Ped. 3:4-6), diciendo que "el mundo de entonces pereció anegado en agua". La palabra "perecer" (APOLLUMI) quiere decir "destruir" (no aniquilar, sino arruinar). El diluvio hizo cambios radicales en toda la superficie de la tierra. La turbulencia drástica de tanta agua azotaba toda la tierra por meses. Hemos visto la fuerza de inundaciones locales, lo que hace no sólo con edificios sino también con árboles y rocas. La erosión es tremenda. Cambia el curso de los ríos. Excava cañones. Imagínese, pues, el efecto del diluvio de Noé sobre la tierra.

E. Si aceptamos esta verdad, rechazaremos las teorías con respecto a la tabla geológica y no habrá razón alguna para no aceptar la sencilla verdad de la creación de todo en seis días literales como la Biblia afirma. "Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado" (Rom. 3:4).

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