Evolución

      Dice Efes. 6:4, "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor". Esta responsabilidad es grande. La tarea se hace más difícil a causa de la gran oposición a la verdad de parte de los maestros en la escuela que enseñan la filosofía llamada "la evolución". Esta maldad se les enseña desde los primeros años como cualquier historia o hecho verídico. Se presenta como "ciencia" y como "biología".

      Los maestros que la enseñan -- y la ma­yoría de ellos en los Estados Unidos sí la en­señan -- creen que solamente los más igno­rantes la rechazan; que uno tiene que enseñar así para ser uno de los intelectuales.

      En las universidades -- mayormente en las del estado -- no se permite ninguna oposición significante a esta posición. Es imposible obtener posición de importancia en el depar­tamento de biología si no se acepta.

¿Qué es la evolución?

      ¿Qué significa la palabra? ¿de qué se trata? Según esta filosofía la vida no comenzó con la creación de Dios, sino con una pequeña célula de protoplasma y que, transformándose de una cosa a otra por medio del proceso de la evolución, llegó por fin a ser hombre. El pro­cedimiento es más o menos de la manera si­guiente según los evolucionistas: la célula de protoplasma llega a ser esponja, y luego medusa y, poco a poco, llega a ser pez; en seguida se transforma en animal anfibio como la rana; el próximo paso en la evolución es el estado reptil; luego el reptil cría alas y es pá­jaro; algunas de estas criaturas pierden sus alas y llegan a ser mamíferos; siguen el proceso de evolución durante millones de años y llegan a ser profesores de la biología (la cumbre y corona del proceso evolutivo).

Evolución no es ciencia

      Pablo habla (1 Tim. 6:20) de la "falsamente llamada ciencia". Así es la evolución. Se acepta entre la mayoría como "ciencia", pero no lo es en ningún sentido. No se ha comprobado y es imposible comprobarla. La evolución no se puede examinar en forma científica. No se puede sujetar a los procesos normales de inves­tigación científica y, por eso, siempre será sim­plemente una filosofía o creencia y no ciencia verdadera. Desde luego, nadie ha visto el pro­cedimiento fantástico e imaginario descrito por los evolucionistas. Se admite, desde luego, que no ha habido testigos del proceso evolucionario. Se afirma que el proceso ha sucedido a través de millones y billones de años. Hablan de millones de años como si fueran cientos de años. Creen que si exageran el tiempo, todo es posible y aun lógico.

      Pero a pesar de lo ilógico y lo improbable de la evolución, muchos creen y dicen que so­lamente los ignorantes la niegan y que todos los intelectuales la aceptan como científica.

      Hay muchos científicos que no creen en la evolución. Hace pocos años un grupo de cientí­ficos establecieron una sociedad llamada "Creation Research Society" para unirse en la lucha en contra de la evolución y para defender la verdad enseñada en la Biblia en Gén. 1. Esta sociedad se basa en los principios científicos. Entre ellos son el Dr. John W. Klotz, autor de "Genes, Genesis and Evolution", libro de texto de biología; el Dr. Paul A. Zimmerman y el Dr. Henry M. Morris, coautor de un libro excelente llamado "The Genesis Flood", un libro erudito que explica en forma clara y convincente el fenómeno de los fósiles (fragmentos de ani­males o plantas petrificados que se encuentran en diversos terrenos geológicos antiguos). Es­tos científicos verdaderos publican una revista llamada "Creation Research Quarterly".

¿Por qué se enseña la evolución?

      En vista de que la evolución no es nada científica y que es simplemente una creencia o filosofía, ¿por qué se originó y por qué se en­seña con avidez actualmente en las escuelas? ¿por que hay tanto deseo de envenenar la mente de nuestros hijos?

      Es fácil contestar estas preguntas. Se debe al orgullo humano en su rebelión contra Dios. El Sr. Arthur Keith, evolucionista inglés de renombre, dijo, "La evolución no se ha com­probado y no se puede comprobar. La creemos porque la única alternativa es la creación espe­cial, cosa no aceptable". Otro evolucionista de renombre, el Sr. D. M. S. Watson, dice, "La evolución es aceptada por los zoólogos, no porque se haya observado que ocurra ni porque se pueda comprobar ser la verdad por medio de la evidencia lógicamente coherente, sino porque la única alternativa, la creación es­pecial, es claramente increíble" (las dos citas del libro "Did Man Just Happen?" por el Sr. W. A. Criswell, p. 71).

      En esto vemos el prejuicio del evolu­cionista. Le es fácil aceptar la evolución, por absurda que sea, porque quiere evitar la idea de Dios y la idea del juicio final. Siempre los ateos (con todos sus hermanos y primos, los agnósticos, los modernistas, los escépticos, etc.) se oponen a cualquier verdad que les haga responsables delante de Dios por su conducta. Los que admiten la existencia de Dios están obligados a admitir también que Dios nos juz­gará, y si admiten que habrá juicio, tienen que admitir que toda maldad será castigada y, por lo tanto, que el hombre debe vivir conforme a la voluntad de Dios y no como él quisiera.

      La aceptación de la creación especial de Dios implica la aceptación de Dios y la volun­tad de Dios. Si debemos nuestra vida a El, en­tonces daremos cuenta a El y, por lo tanto, es necesario vivir de acuerdo con Su divina volun­tad. Los que no quieren vivir así buscan alguna salida y una de las salidas más populares es la filosofía llamada "evolución".

La Biblia y la evolución

      Es importante que el cristiano se dé cuenta del contraste entre la doctrina bíblica de la creación y la filosofía de la evolución. En seguida examinaremos algunas verdades que son rechazadas por la filosofía de la evolución.

      1. Niega que la vida fue creada, Gén. 1

      2. Niega que la obra creadora cesó, Gén. 2:2; Heb. 3:4.

      3. Niega que Dios creó al hombre a su imagen, Gén. 1:27 (este texto enseña que el hombre es creación especial, superior a los animales; "hagamos al hombre a nuestra ima­gen" indica que el hombre es criatura de in­teligencia, de voluntad, de conciencia de lo bueno y lo malo, y que tiene espíritu inmortal).

      4. Niega que Dios "formó al hombre del polvo de la tierra", Gén. 2:7.

      5. Niega que "varón y hembra los creó", Gén. 1:27. Los evolucionistas no pueden ex­plicar el asunto de los dos sexos.

      6. Niega lo fijo de los géneros de Gén. 1. Rehusan hacer caso a la verdad innegable de que es imposible cruzar hombres con animales, pero siguen insistiendo en que los dos proce­den del mismo origen.

      7. Niega o no hace caso a que todos los hombres vienen de la misma sangre (Hech. 17:22), y que la sangre del hombre y la sangre del animal no se mezcla. La sangre de los blan­cos y negros, americanos y rusos, hombres y mujeres de todas las razas se mezcla, pero la sangre de cualquier animal no se puede mezclar con la del hombre. Este punto es muy significante. Hay varios tipos de sangre hu­mana, pero no tiene nada que ver con color ni raza. El hombre negro puede dar transfusión de sangre al hombre blanco, y el hispano puede dar sangre al anglosajón. Dice Hech. 17:22 que hay una sola sangre humana, pero la sangre animal es otra cosa bien distinta. El hombre no puede recibir transfusión de sangre del chango. La evolución es filosofía falsa y hueca. "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres" (Col. 2:8).

      8. Niega o no hace caso a las cuatro clases de carne mencionadas por Pablo en 1 Cor. 15:39. Estas cuatro clases han existido desde la creación del mundo. No hay y nunca ha habido evolución de una clase a otra. Hay mutación o cambio dentro de las especies, pero no ha habido transmutación (evolución de una es­pecie a otra).

      9. Niega que Dios es el Gobernador del universo (Heb. 1:3; 2 Ped. 3:7; Hech. 17:28).

      10. Niega que Cristo es Dios. Según el evolucionista todo ser humano, sin excepción, es producto de la evolución. Blasfeman a Dios diciendo que todo ser humano vino de los ani­males.

      El cristiano debe dar énfasis al hecho de que no hay ninguna armonía entre la Biblia y la evolución. Los que aceptan la Biblia rechazan la evolución, y los que aceptan la evolución rechazan la Biblia. Algunos que profesan creer en la Biblia quieren ser amigos de los evolu­cionistas, pero esto es imposible.

Evolución “teísta”

      Los que quieren armonizar la evolución con la Biblia se llaman evolucionistas teístas. Su argumento principal es que los días de Gén 1 eran períodos largos (millones de años), pero el texto dice claramente, "Y fue la tarde y la mañana un día ... el día segundo ... el día ter­cero, etc." (Gén. 1:5,8,13). La palabra "día" sig­nifica día de 24 horas a menos que el contexto indique otra cosa, y Génesis 1 habla de "la tarde y la mañana un día", claramente indi­cando un día de 24 horas.

      El tercer día Dios creó la vegetación y el cuarto día creó las lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche (el sol, la luna, las estrellas). ¿Duraba la ve­getación miles de años sin sol? Según los evolu­cionistas teístas así fue. Entonces, según esto, la mitad de los millones de años era noche.

      La Biblia dice "creación", no "evolución", y no hay ninguna armonía entre las dos cosas. Los que aceptan la evolución rechazan la Bi­blia y rechazan a Dios.

Consecuencias de la evolución

      Las escuelas públicas no solamente en­señan la evolución, sino también enseñan la "educación sexual". Si el hombre es meramente animal, es necesario estudiar y analizar en la forma más abierta y franca su sexualidad y su función reproductiva. Este tema se presenta en la forma más gráfica con la ayuda de dibujos y fotografías en clases mixtas, sin ningún sentido de vergüenza. La "educación sexual" no es para condenar la fornicación, sino para explicar el uso de contraceptivos y todo aspecto del aborto. Son cursos de estudio que promueven la inmoralidad. Se enseña que  la experi­mentación sexual (la fornicación) puede ser de beneficio sicológico y útil para los ajustes matrimoniales.

      Lamentablemente se están olvidando to­dos los principios buenos sobre los cuales este país fue fundado. Por lo cual la decadencia es cada vez más avanzada, y los fundamentos buenos del país se están derrumbando. Una causa mayor de esta catástrofe es la nefanda filosofía llamada evolución.

      Si el hombre se convence que es simple­mente un animal "desarrollado", que es el pro­ducto del proceso de la evolución, y que está destinado a la extinción como animal, se por­tará como animal. El fruto de la evolución ya está madurando en los Estados Unidos y ese fruto es la inmoralidad desenfrenada. Existe el problema de la anarquía entre la juventud como nunca había existido antes. Muchos jóvenes no respetan la ley, no respetan la policía y no respetan ni a los maestros de la es­cuela que les han enseñado que son animales educados. Muchos estudiantes no solamente se pelean y se matan unos a otros, sino también atacan y golpean a los mismos maestros. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gál. 6:7). Los padres y los maestros han enseñado a sus hijos la filosofía de la evolución, y ahora están sufriendo la conse­cuencia.

¡Despiértense pues!

      Padres, tenemos que ayudar a nuestros hijos a entender las siguientes cosas:

      1. Que se enseña en las escuelas públicas "la falsamente llamada ciencia" (1 Tim. 6:20). La evolución no es ciencia, porque la palabra "ciencia" significa lo que "se sabe". Nadie "sabe" que el hombre es producto de la evolución. La ley de la gravitación es ciencia. Esta verdad se puede saber, se puede observar en la experi­mentación. Toda ciencia verdadera es sencil­lamente un reconocimiento de la obra de Dios en este universo. Pero la evolución no es cien­cia, sino mentira.

      2. Que hay muchos científicos que re­chazan rotundamente esta filosofía. Saben que no ha habido y que no habrá nunca la trans­mutación de las especies. Tal proceso no es posible.

      3. Que los que aceptan la evolución lo ha­cen porque quieren andar en el camino ancho en rebelión contra Dios. Desafortunadamente éstos ejercen el control sobre las escuelas de los Estados Unidos, un país que por tanto tiempo se llamaba nación "cristiana".

      4. Que es imposible creer en la Biblia y también creer en la evolución. La evolución niega lo que Jesús dice en Mat. 19:4, "El que los hizo al principio, varón y hembra los hizo".

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