La "forma" de doctrina

          ¿Por qué habla la Biblia de la "forma" de doctrina? Dice el apóstol Pablo, "habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados" (Romanos 6:17).

          La palabra forma viene de una palabra griega que significa molde. "La metáfora es la de un molde dentro del que se tira un material fundido a fin de que adquiera su forma" (WEV). Casi todos conocen los moldes que se usan para fabricar toda clase de productos de metal, de plástico o de otro material. (Aun en la cocina se usan moldes para hacer pasteles, gelatinas, etcétera). Así es la doctrina de Cristo. Es el molde al cual uno se somete (se tira como metal fundido) para tomar la forma de esa doctrina. En el mismo texto (Rom. 6:4) Pablo explica que "somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva". Cuando uno se arrepiente y se bautiza, se toma la forma de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Dios quiere que seamos "hechos conformes a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29); "somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen" (2 Corintios 3:18).

          Por lo tanto, no toda doctrina sirve. Hay dichos populares que están muy equivocados. Se dice, "No importa lo que uno crea, sólo que sea sincero". ¡Qué dicho tan insensato! Este dicho indica que no importa lo que Jesús enseña. Otro dicho popular (también necio) es "Cada quien puede interpretar la Biblia a su modo". Si un hombre tiene diez hijos y les dice la misma cosa, ¿está bien que cada hijo crea lo que quiera? ¿puede interpretar las palabras de su papá cada quien a su modo? Solamente a la palabra de Dios se aplica tal regla absurda. ¡Qué irreverencia!

          El apóstol Pablo también dice (Efesios 4:4-6) que hay "un cuerpo (la iglesia, 1:22, 23), y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos". "Aunque haya algunos que se llamen dioses", sólo hay un Dios (1 Corintios 8:5, 6). Así también aunque haya algunos que se llamen señores, sólo hay un Señor. Se dice que uno puede creer lo que le convenga, pero hay solamente una fe (el evangelio verdadero). Se dice que hay muchos cuerpos, muchos bautismos, muchas esperanzas, etc., y cada quien puede escoger, pero los que hablan así ignoran la forma (el molde, el patrón, el modelo) original, la inspirada palabra de Dios.

          Muchos religiosos apelan a las Escrituras para algo, mayormente cuando creen que éstas les apoyan en su enseñanza y práctica. Esto significa que reconocen que la Biblia es el molde en cuanto a ciertas enseñanzas y prácticas. Por todo lado se oye decir, "La Biblia dice", o "Las Escrituras enseñan", etc. pero muchos citan textos bíblicos para apoyar solamente ciertas doctrinas predilectas.

          Es indispensable que todos se sometan al molde original, porque de otro modo el producto que sale del molde no será cristiano sino algo desaprobado por Dios.

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