La Religión Subjetiva (3)

IX. El Espíritu Santo Y El Día De Pentecostés.

    A. Los apóstoles sí fueron bautizados con el Espíritu Santo como Jesús les había prometido (Hech. 1:5; 2:1-4). Ellos sí pudieron hablar en lenguas, que eran sen­cillamente los idiomas y dialectos de las varias naciones reunidas en Jerusalén. Léanse con cuidado Hech. 2:6-12.

    B. ¿Qué dijeron los apóstoles cuando fueron bautizados con el Espíritu Santo? ¿Dijeron "Amados hermanos, ahora va­mos a contarles nuestra gloriosa experiencia, experiencia dramática y ex­tática"? ¿Dijeron "Gloria a Dios, que ya somos bautizados con el Espíritu Santo que cayó sobre nosotros como relám­pago"? ¿Hablaron del gran gozo que sen­tían en su corazón? ¿Cuántas veces dijeron "Gloria a Dios"? ¿Cuál de los apóstoles decía "Yo sé que estoy salvo porque fui bautizado en el Espíritu Santo y ahora puedo hablar en lenguas"? ¿Cuál de ellos dijo "Ahora conocemos al Señor como nunca le habíamos conocido"?

    C. Examínense bien las palabras de los após­toles. En el día de Pentecostés ellos ver­daderamente fueron bautizados con el Espíritu Santo, y ¿qué dijeron? ¿qué hicieron? ¿Brincaron como si anduvieran sobre brazas? Que cada lector se fije bien en esto: citaron textos bíblicos (profecías de Joel y de David), y predicaron a Cristo (su vida, sus obras, su muerte, su resurrección, su exaltación a la diestra de Dios). En el ver. 36 concluyeron diciendo, "Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo".

        1. En el ver. 23 acusan a los judíos de haber crucificado al "varón aprobado por Dios", y ellos convencidos de su crimen preguntan (ver. 37), "¿Qué haremos?"

        2. En el ver. 38 vemos la respuesta de Dios: arrepentirse y bautizarse en el nombre (por la autoridad) de Jesús para el perdón de sus pecados.

    D. De esta manera actuaron los que en verdad fueron bautizados con el Espíritu Santo. No existe ahora ese bautismo. Los dos casos de este fenómeno se ven en Hechos 2 (los apóstoles) y en Hechos 10 (Cornelio y sus casa). Estos son los únicos casos registra­dos en el Nuevo Testamento, y los dos ca­sos cumplieron la profecía de Juan el Bautista (Mat. 3:11; véanse Hech. 1:5; 11:16).

    E. Los apóstoles, bautizados con el Es­píritu Santo, predicaban el evangelio a judíos, a samaritanos y a gentiles de todas las naciones. No andaban soliviantando y emocionando a la gente con testimonios de lo que ellos habían experimentado y de lo que ellos sentían en sus corazones, sino andaban predicando el poderoso evange­lio de Cristo, refutando tanto a judíos como a griegos, convirtiendo a muchos (aun a los idólatras), y estableciendo igle­sias de Cristo.

X. ¿Qué Testimonio Dieron Los Apóstoles?

  A. Los apóstoles sí testificaron mucho. El movimiento carismático enfatiza el "testimonio personal". ¿Testificaron los apóstoles de lo que ellos sentían en sus corazones? Pablo sí habló de su conver­sión, pero ¿qué dijo? Relató los hechos del caso para ilustrar los pasos de obediencia al evangelio. Relató su conversión para convencer a los judíos a hacer lo mismo.

    B. Pero para los carismáticos el testi­monio personal de lo que ellos hayan recibido (según ellos) después de ser bau­tizados con el Espíritu Santo es mucho más importante que predicar el testimo­nio inspirado de los apóstoles, aunque és­tos eran verdaderamente los testigos escogi­dos por Dios (Hech. 10:41). Eran testigos de "su majestad" (2 Ped. 1:16)

    C. ¿Qué testificaron los apóstoles? Léanse 1 Jn. 1:1-4; Hech. 22:18.

        1. Dice Pablo (Hech. 20:20, 21), "y como nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gen­tiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesu­cristo"

        2. Ellos testificaron "todo el consejo de Dios" (Hech. 20:27).

    D. El tema central de su predicación (testimonio) fue la resurrección de Jesús. Hech. 4:33, "Y con gran poder los após­toles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús", de la cual eran testigos oculares

    E. 2 Tes. 1:10, "cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)". No es necesario creer el testimonio de los carismáticos. La verdad es que estos testimonios vienen de su propia mente y de su propia imaginación. Pero sí es indispensable creer el testimo­nio apostólico para ser salvo.

XI. Los Carismáticos Se Glorían Mucho En "Hablar En Lenguas".

    A. Pablo podía hablar "en lenguas más que todos vosotros (corintios)", 1 Cor. 14:18.

        1. Pero Pablo no tenía nada en común con los carismáticos modernos.

        2. El dice, descontando la importancia de las lenguas, "prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento (palabras interpre­tadas y por eso entendidas), para enseñar a otros, que diez mil palabras en lenguas (no interpretadas y por eso no entendi­das)" (1 Cor. 14:19)

    B. Pablo dijo que era "locura" tener que hablar de los dones que él tenía (revelaciones, visiones, lenguas, etc.). Véase 2 Cor. 11:1, 16-18. No se gloriaba en los dones, sino en Jesús y en su cruz.

        1. Dijo (2 Cor. 12:9) que en lugar de gloriarse de sus experiencias y de sus dones, "de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo".

        2. Pero los carismáticos de nada hablan si no es de alguna supuesta experiencia, o de hablar en lenguas, o de sanar enfermos, o de recibir visiones, etc.

        3. Sin embargo, Pablo, quien tenía dones verdaderos, dijo, "me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello" (2 Cor. 12:11).

    C. Pablo siempre daba énfasis a la fe objetiva (el evangelio), y nuestra obediencia al evangelio, para recibir el perdón de pecados y toda bendición espiritual en Cristo (Efes. 1:3).

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